
La relación entre la vitamina D y la salud capilar ha cobrado relevancia en los últimos años, especialmente por su impacto en el ciclo de crecimiento del cabello y la prevención de la caída, aunque suele estar mayormente asociada con la fortaleza ósea y el sistema inmunitario.
Usualmente, la vitamina D cumple una función esencial en la absorción de calcio, elemento indispensable para la resistencia de los huesos; sin embargo, su papel en el cabello va más allá de los beneficios generales antes mencionados.

Por qué es importante la vitamina D para evitar la caída del cabello
La vitamina D es un nutriente que interviene directamente en la activación de los folículos pilosos, promoviendo la formación de nuevos cabellos y regulando la producción de sebo, lo que ayuda a prevenir afecciones como la caspa.
Cabe mencionar que el ciclo del cabello se divide en tres fases: anágena (crecimiento), catágena (transición) y telógena (caída), pero para que conserve su vitalidad y densidad, es imprescindible que los folículos permanezcan activos durante la fase de crecimiento, un proceso que depende de la presencia adecuada de vitamina D en el organismo, así como de otros factores.
Por ello, diversos estudios han señalado que la deficiencia de dicho nutriente podría estar asociada a la pérdida cabello, así como a la alopecia areata, una condición en la que el sistema inmunológico ataca los folículos y provoca la caída localizada del cabello.

Cuando el cuerpo detecta niveles insuficientes de vitamina D, el cabello tiende a debilitarse, volviéndose más frágil y propenso a la rotura, lo que puede ocasionar una caída acelerada, pues los folículos pilosos suelen entrar en estado inactivo.
Cómo aplicar vitamina D en el cabello para evitar su caída
Una de las maneras más fáciles de conseguir vitamina D es la exposición solar, por lo que se recomienda exponerse al sol al menos 15 minutos diarios, preferentemente en las horas centrales del día. De esa forma, el organismo puede absorber hasta el 90% de la vitamina D necesaria.
Sin embargo, para una aplicación directa se recomienda usar productos especializados para la caída del cabello, pero también se puede recurrir a suplementos, siempre bajo supervisión médica, pues cada caso requiere una valoración personalizada.

Se aconseja mantener una dieta equilibrada y rica en vitamina D, especialmente durante el invierno, cuando la exposición solar disminuye, pero si se considera que la combinación de ambos no es suficiente para cubrir las necesidades, se puede recurrir a tratamientos específicos con expertos.


