
El pozole es uno de los principales platillos tradicionales mexicanos, el cual es preparado a base de maíz cacahuazintle, al que se le retira la cáscara por medio de un proceso conocido como nixtamalización.
Este platillo suele servirse en un plato hondo y se acompaña con guarniciones como lechuga, rábano, cebolla, orégano, limón y tostadas de maíz y sin duda es el platillo estrella de las Fiestas Patrias.
Es por esta razón que serán muchos los mexicanos que coman esta platillo como cena durante la noche; sin embargo, a pesar de que suele ser un platillo considerado como saludable, existe un sector de la población a quienes se recomienda optar por consumirlo durante la comida, en lugar de la cena.
Lo anterior se debe a que para ellos comerlo poco antes de acostarse puede generar problemas digestivos y otros efectos adversos de salud.

Quiénes no deberían cenar pozole para prevenir efectos adversos
Como mencionamos, algunas personas deberían evitar cenar pozole o consumirlo con moderación para prevenir posibles efectos adversos:
- Personas con hipertensión arterial: El pozole suele contener altas cantidades de sodio por la sal, los condimentos y los acompañamientos como las tostadas.
- Personas con problemas de colesterol o triglicéridos altos: Las versiones tradicionales con carne de cerdo pueden aportar grasas saturadas.
- Diabéticos: El maíz es fuente importante de carbohidratos, lo que puede elevar la glucosa en sangre.
- Personas con problemas renales: El exceso de sodio y proteínas puede ser perjudicial para la función renal.
- Personas con enfermedades gastrointestinales: Los ingredientes picantes, como el chile, y las salsas pueden provocar irritación estomacal.

Consejos para consumir el pozole de manera saludable y evitar el exceso de calorías
Además de las recomendaciones anteriores, estos son algunos consejos que puedes seguir para consumir pozole de manera saludable:
- Optar por carne magra como pollo sin piel en lugar de carne de cerdo con grasa.
- Servir porciones moderadas, evitando repetir platos.
- Preparar el pozole con poca sal y moderar el uso de condimentos salados.
- Acompañar el platillo con guarniciones frescas como lechuga, rábanos, cebolla y limón, limitando crema, chicharrón o tostadas fritas.
- Elegir tostadas horneadas o de maíz simple, en vez de opciones fritas o cubiertas con grasa.
- Evitar añadir grandes cantidades de salsa o chile en polvo si se busca reducir irritación digestiva.
- Beber agua natural como acompañante y evitar refrescos u otras bebidas azucaradas.
Estos cambios pueden ayudar a hacer del pozole una opción más equilibrada dentro de una alimentación saludable.