
La Asociación de Industriales de la Masa y la Tortilla del Estado de México rechazó públicamente el acuerdo firmado entre el Gobierno Federal y un grupo de productores de maíz y empresas harineras para evitar el alza en el precio de la tortilla, al considerarlo carente de legitimidad y representatividad nacional.
De acuerdo con Alfredo Ceja Filorio, secretario de la organización, el convenio fue negociado y firmado por un número reducido de actores que no representan a la mayoría del sector, lo que pone en duda la viabilidad y aplicación real de los lineamientos acordados.
“Cinco personas no pueden hablar por toda la industria”, sentenció el líder empresarial.
El acuerdo, promovido por la Secretaría de Economía, plantea una reducción del 10 por ciento en el precio de la tortilla, iniciando con una baja inmediata del 5 por ciento, siempre que los productores cumplan con ciertos requisitos.
Sin embargo, Ceja Filorio advirtió que el contexto actual no permite disminuir precios, debido al constante aumento en los costos de producción, sumado a los de los combustibles.
Insumos al alza y sin convocatoria real

Entre los principales factores que impiden una reducción de precios, Ceja Filorio señaló que la tonelada de maíz ya alcanza los 9 mil pesos, mientras que el precio del gas LP, las rentas de locales y el tipo de cambio continúan ejerciendo presión sobre los márgenes de ganancia de los productores.
Además, denunció que la mayoría de los industriales de la masa y la tortilla no fueron convocados para participar en las mesas de diálogo, y criticó al Consejo Rector de la Tortilla Tradicional por encabezar las negociaciones pese a “carecer de representatividad y legitimidad”.
Posible alza y acciones legales
Frente a esta situación, la Asociación de Industriales del Estado de México está evaluando interponer una denuncia formal, en coordinación con al menos 20 organizaciones nacionales y la Cámara Nacional de la Industria de la Masa y la Tortilla. El objetivo es impugnar el acuerdo y exigir un diálogo más amplio e inclusivo.
De no modificarse el escenario actual, se prevé que el precio de la tortilla podría elevarse hasta los 23 pesos por kilogramo, con un incremento de entre 1 y 1.50 pesos, afectando directamente el bolsillo de las familias mexicanas.