
En el contexto de la creciente censura hacia los corridos tumbados y bélicos en México, emergió y tomó relevancia un nuevo subgénero musical conocido como el “rap bélico”.
Este estilo se caracteriza por enaltecer a las fuerzas armadas y cuerpos de seguridad, presentándose como una alternativa que evita la apología del delito y las restricciones legales impuestas a otros géneros.
El rap bélico ha sido impulsado por artistas como El Gorrix, un oficial de policía de la Ciudad de México, quien ha trasladado sus experiencias en el servicio a la música. Sus canciones narran historias de operativos y enfrentamientos desde la perspectiva de los agentes del orden, destacando figuras como el “Marino Loco”, un miembro de la Secretaría de Marina conocido por sus métodos poco ortodoxos en la lucha contra el narcotráfico.
Este subgénero ha ganado popularidad en plataformas digitales como Spotify y YouTube, donde canciones como “En Acción”, interpretada por Ese Gorrix, Mc Razo y Jr Bélico, relatan con detalle las operaciones militares y policiales en la lucha contra el crimen organizado.

A diferencia de los corridos tumbados, que a menudo glorifican a figuras del narcotráfico, el rap bélico se enfoca en los esfuerzos y sacrificios de las fuerzas de seguridad.
La aparición del rap bélico coincide con un momento en que varios estados mexicanos, como Jalisco, Aguascalientes y Michoacán, han impuesto restricciones a los corridos tumbados debido a su presunta apología del delito.
¿Alternativa o propaganda? El debate detrás del auge del rap bélico en México
Estas medidas han generado debates sobre la libertad de expresión y la responsabilidad social de los artistas. En este contexto, el rap bélico se presenta como una opción que evita la glorificación de la violencia y el crimen, enfocándose en el reconocimiento de las fuerzas del orden.
A pesar de su mensaje sobre la ley, el rap bélico no está exento de críticas, sin embargo, algunos expertos señalan que, aunque no glorifica a criminales, podría contribuir a la militarización de la cultura y a la normalización de la violencia desde otra perspectiva.
Además, se cuestiona si este enfoque realmente ofrece una alternativa constructiva o simplemente cambia el objeto de exaltación sin abordar las raíces de la violencia en la sociedad.

A pesar de las controversias, el rap bélico continúa ganando seguidores y se posiciona como una expresión musical que refleja las complejidades de la realidad mexicana. Al centrarse en las historias de quienes combaten al crimen desde las instituciones, ofrece una narrativa distinta que, para algunos, representa un contrapeso a la influencia de los corridos tumbados en la cultura popular.
En conclusión, el rap bélico emerge como una respuesta a las restricciones impuestas a ciertos géneros musicales en México, proponiendo una narrativa que exalta a las fuerzas del orden en lugar de a figuras del crimen organizado.
Si bien ofrece una alternativa que esquiva la prohibición, también plantea nuevos debates sobre el papel de la música en la construcción de la identidad y la percepción de la violencia en la sociedad.