
Dormir bien no siempre depende solo de cuántas horas pasas en la cama. En los últimos años, expertos en salud han comenzado a estudiar con más detalle la conexión entre lo que comemos antes de dormir y cómo descansa el cuerpo durante la noche.
Y una de las claves menos exploradas, pero cada vez más respaldada por la ciencia, es la relación entre la inflamación y la calidad del sueño.
Un análisis reciente publicado por Eating Well, una plataforma especializada en nutrición, destaca un alimento en particular que, gracias a su combinación de nutrientes antiinflamatorios y compuestos naturales que favorecen el sueño, se ha convertido en el snack favorito de los expertos para la noche.
¿Cuál es este snack?

Aunque muchos factores pueden interferir con un descanso nocturno reparador, la inflamación es un enemigo silencioso que suele pasar desapercibido.
Este proceso, cuando se vuelve crónico, no solo afecta la salud general, sino que también puede dificultar conciliar y mantener el sueño.
La buena noticia es que ciertos hábitos simples, como elegir un refrigerio nocturno adecuado, pueden ayudar a romper ese ciclo negativo.
Según Karman Meyer, dietista registrada y especialista en nutrición, y autora del artículo de Eating Well, existe una relación bidireccional entre el sueño y la inflamación: dormir mal eleva marcadores inflamatorios como la proteína C reactiva y las citocinas, mientras que una mayor inflamación dificulta alcanzar un sueño profundo y continuo.
Para contrarrestar este efecto, Meyer recomienda incorporar alimentos con propiedades antiinflamatorias en la dieta. Uno de los ejemplos más eficaces, y sabrosos, son las nueces especiadas, gracias a su mezcla única de nutrientes.
Estas nueces no solo destacan por su sabor, sino también por su perfil nutricional.
Son una fuente excepcional de ácido alfa-linolénico (ALA), un tipo de omega-3 de origen vegetal que ayuda a equilibrar la producción de compuestos proinflamatorios y antiinflamatorios.
De hecho, Eating Well señala que las nueces contienen más ALA que cualquier otro fruto seco, con 2,500 mg por cada porción de 28 gramos.
Más beneficios de las nueces

Este fruto seco está cargado de polifenoles, antioxidantes que combaten la inflamación crónica, y se complementan con especias como la canela y el jengibre, cuyos compuestos activos (como el gingerol y la zingerona) también contribuyen a reducir la inflamación.
Las nueces especiadas aportan 2 gramos de fibra por cada ¼ de taza, lo que favorece la salud intestinal y fortalece el microbioma, un componente clave en la regulación de la inflamación.
También son una fuente natural de magnesio, un mineral asociado tanto a la mejora del sueño como a la disminución de marcadores inflamatorios. Con 45 mg por porción, ofrecen una alternativa práctica a los suplementos.
Como si fuera poco, contienen melatonina, la hormona que regula el ciclo sueño-vigilia.
El estudio El consumo de nueces mejora la calidad del sueño: un ensayo controlado aleatorio de la Universidad de Barcelona encontró que quienes consumieron nueces diariamente durante ocho semanas se durmieron más rápido y permanecieron dormidos por más tiempo que aquellos que no lo hicieron.
¿Cómo puedo preparar este snack?

Esta receta de Eating Well rinde 16 porciones y se prepara en aproximadamente 1 hora con 25 minutos.
Aunque son ideales para disfrutar como snack por sí solas, también añaden un toque delicioso cuando se espolvorean sobre ensaladas o se mezclan con yogur en el desayuno.
Ingredientes
- 1 clara de huevo grande
- 1 cucharada de agua
- 4 tazas de mitades de nuez
- 2 cucharadas de jarabe de arce puro
- 2 cucharaditas de canela molida
- 1 cucharadita de jengibre molido
- ¾ cucharadita de sal
- ½ cucharadita de pimienta de Jamaica molida
- ½ cucharadita de chile chipotle molido
Instrucciones
- Precalienta el horno a 250 °F (120 °C) y cubre una bandeja grande con papel encerado.
- En un tazón grande, bate la clara de huevo con el agua hasta que esté espumosa (unos 30 segundos). Agrega las nueces y mezcla bien. Déjalas reposar 5 minutos.
- Añade el jarabe de arce y revuelve hasta que estén completamente cubiertas.
- En otro recipiente pequeño, mezcla las especias y la sal. Espolvorea esta mezcla sobre las nueces y revuelve hasta que estén bien sazonadas.
- Esparce las nueces en una sola capa sobre la bandeja preparada.
- Hornea de 35 a 40 minutos, removiendo cada 10–15 minutos, hasta que estén doradas y secas al tacto.
- Retira del horno y deja enfriar completamente en la bandeja (unos 30 minutos). La cobertura se endurecerá al enfriar.