
Una embarcación tipo panga naufragó frente a la playa estatal de Torrey Pines, al norte de San Diego, California y dejó al menos tres personas muertas, entre ellas un adolescente de 14 años y varias más desaparecidas.
Este incidente ha revelado la existencia de una red internacional de tráfico de migrantes que opera entre Tijuana y California y según informes de la Fiscalía, Jesús Iván Rodríguez Leyva, de 36 años y Julio César Zúñiga Luna, de 30 años, ambos mexicanos, fueron capturados cerca del sitio del naufragio y admitieron haber maniobrado la embarcación.
Tras el incidente, la secretaria del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Kristi Noem, solicitó la pena de muerte en contra de los dos ciudadanos mexicanos capturados y resaltó que sus acciones fueron resultado de la codicia e indiferencia de contrabandistas.
“El contrabando marítimo no solo es ilegal, sino un delito violento e inherentemente peligroso.
Quienes, a sabiendas, ponen en grave riesgo vidas humanas para perpetrar estos crímenes, deben rendir cuentas plenamente", aseveró la secretaria.

La embarcación, de aproximadamente 12 metros de largo, transportaba a 15 migrantes de diversas nacionalidades, incluidos mexicanos e indios. Según las autoridades estadounidenses, el viaje era parte de una operación de contrabando coordinada por una red transnacional de tráfico humano que opera con conexiones entre México, India y Estados Unidos.
Entre los fallecidos se identificó a Marcos Lozada Juárez, de 18 años; Gorgonio Plácido Díaz, de 55, ambos mexicanos; y Prince Patel, un menor de 14 años originario de India que viajaba con su familia.
Autoridades estadounidenses han intensificado los esfuerzos para desmantelar estas redes de tráfico humano. El fiscal federal Adam Gordon declaró:
“Las muertes por ahogamiento de estos niños son un recordatorio desgarrador de lo poco que les importa a los traficantes de personas el costo de su negocio mortal.
Estamos comprometidos a buscar justicia para estas víctimas vulnerables y a exigir cuentas a cualquier traficante responsable de sus muertes”.
Tráfico de migrantes como uno de los ingresos más rentables para el crimen organizado
Estudios recientes revelaron que el tráfico de migrantes ha superado al contrabando de cocaína como una de las actividades más lucrativas para los cárteles mexicanos en la región fronteriza, esto por los altos ingresos y por los menores riesgos entre una y otra.

El Fiscal Especializado en Operaciones Estratégicas del estado de Chihuahua, Arturo Velazco, afirmó durante una entrevista para el programa Pie de Nota con Luis Chaparro que aunque la cocaína solía ser una de las principales fuentes de ingreso para las organizaciones criminales, sin embargo, el tráfico de personas supera con creces sus ganancias.
“Hace unos tres o cuatro años, el precio del kilo de cocaína estaba entre los 17 mil y 20 mil dólares, pero ya cayó yo creo que abajo de la mitad.
Los polleros cobran entre 10 mil y 15 mil dólares por migrante, por lo que en grupos de 40 o 50 migrantes las ganancias ya igualan varios cuadros del valor de la coca. Un cargamento importante de cocaína ya ni siquiera deja lo mismo que los migrantes, y además el riesgo es mucho menor", afirmó el fiscal.