
Las frutas son alimentos beneficiosos para la salud, debido a la cantidad de nutrientes que contienen; algunas pueden contribuir al fortalecimiento del sistema inmunológico o hasta para la pérdida de peso.
Es el caso de la toronja, un cítrico delicioso, rico en antioxidantes y vitaminas, y que cuenta con propiedades antibacterianas.
Dentro de los diversos beneficios para la salud que ofrece gracias a su composición nutricional, se encuentran:
- Fortalecimiento del sistema inmunológico: su alto contenido de vitamina C contribuye a proteger al organismo contra infecciones, de acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.
- Propiedades antioxidantes: ayuda a combatir el daño causado por radicales libres y a prevenir el envejecimiento celular.
- Apoyo digestivo: favorece la digestión y mejora la salud intestinal debido a su aporte de fibra, señala la fuente citada anteriormente.
- Mejora en la salud cardiovascular: contribuye a reducir los niveles de colesterol y triglicéridos, promoviendo una mejor circulación.
- Contribuye a bajar de peso: es reconocida por su potencial para facilitar la pérdida de peso, gracias a su alto contenido de potasio y enzimas que contribuyen a la eliminación de grasas. Está compuesta en un 90% por agua, lo que ayuda a acelerar el metabolismo y favorece un adelgazamiento más efectivo.
- Hidratación: su alto contenido de agua ayuda a mantener el cuerpo hidratado.
- Propiedades antibacterianas y antifúngicas: sus compuestos podrían ayudar a combatir ciertas infecciones.
- Ayuda a la prevención del cáncer: la toronja contiene naringenina, un compuesto natural que favorece la reparación de la estructura del ADN. Esto contribuye a la prevención del cáncer al disminuir las mutaciones en las células, señala la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.

¿Cómo consumir la toronja para aprovechar sus beneficios?
Para aprovechar los beneficios de la toronja, es posible consumirla de las siguientes maneras:
- Fresca y entera: incluirla en el desayuno o como refrigerio permite aprovechar su fibra y nutrientes al máximo.
- En jugo natural: bebida sin azúcar añadida para mantener sus propiedades antioxidantes y vitamínicas.
- En ensaladas: como complemento en platillos, combinándola con vegetales o proteínas magras.
- Infusiones o aguas saborizadas: utilizar su pulpa o cáscara para preparar bebidas refrescantes.
- Cocinada o en salsas: como ingrediente en recetas que maridan sabores dulces, ácidos y salados.
- Mermeladas: este producto suele consumirse con frecuencia durante el desayuno, una comida clave para activar la energía del organismo por las mañanas.