
El Día del Niño es una de las celebraciones más esperadas por los pequeños en México. Tradicionalmente, los dulces y golosinas han sido los regalos más comunes en esta fecha; sin embargo, cada vez más padres, cuidadores y educadores buscan opciones que no solo eviten el exceso de azúcar, sino que también favorezcan el desarrollo integral y el bienestar de los menores.
En un contexto donde el sobrepeso infantil y el uso excesivo de pantallas representan retos de salud pública, ofrecer alternativas de regalo más saludables y enriquecedoras se vuelve una forma de cuidar y celebrar a los niños de manera responsable.
En México, la obesidad infantil continúa siendo un problema de salud pública alarmante. Según datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2023, el 37% de los niños en edad escolar (6 a 11 años) y el 40% de los adolescentes (12 a 19 años) presentan sobrepeso u obesidad.
Este fenómeno ha mostrado un incremento significativo en las últimas décadas. En 1999, la prevalencia de obesidad entre niños de 5 a 11 años era del 9%; para 2023, esta cifra se elevó al 17.5%, casi duplicándose en un periodo de 20 años.

Alternativas para evitar los dulces
Diversos factores contribuyen a generar un impacto negativo en la salud del menor por la ingesta de comida chatarra. El acceso limitado a alimentos saludables, consumo excesivo de productos ultraprocesados y bebidas azucaradas, así como la falta de actividad física. Además, aspectos socioeconómicos como la pobreza y la falta de educación nutricional agravan el problema.
Para combatir esta crisis, el gobierno mexicano ha implementado medidas como la prohibición de venta de comida chatarra en escuelas a partir de marzo de 2025 y programas como “Vive saludable, vive feliz”, que buscan promover hábitos alimenticios saludables y la actividad física entre los estudiantes.
A pesar de estos esfuerzos, el desafío persiste, y es fundamental la colaboración entre autoridades, instituciones educativas, padres de familia y la sociedad en general para revertir esta tendencia y garantizar un futuro más saludable para las nuevas generaciones.
A continuación, presentamos algunas ideas que combinan diversión, aprendizaje y bienestar físico y emocional.
1. Juguetes activos que fomentan el movimiento
Regalar artículos que inviten al juego físico puede ser una excelente manera de incentivar el ejercicio y el juego al aire libre. Algunas sugerencias incluyen:
- Pelotas, cuerdas para saltar o aros hula hula.
- Bicicletas, patines o scooters con equipo de protección.
- Mini trampolines, kits deportivos o juegos de equilibrio.
Estos regalos no solo proporcionan entretenimiento, sino que también mejoran la motricidad, el equilibrio y la coordinación.

2. Material didáctico y juegos de mesa
Los juegos de mesa y los materiales educativos pueden ser grandes aliados del aprendizaje sin que los niños lo perciban como una obligación escolar. Ayudan a desarrollar habilidades como la memoria, el pensamiento lógico, el trabajo en equipo y la resolución de problemas. Algunas ideas son:
- Rompecabezas, memoramas o juegos de lógica.
- Juegos de mesa cooperativos (como “Carcassonne” o “Dixit”).
- Kits de ciencia, robótica o arte.
Además, jugar en familia fortalece los lazos afectivos y proporciona momentos valiosos de convivencia.

3. Libros y cuentos personalizados
Fomentar la lectura desde la infancia es una de las mejores inversiones en el desarrollo cognitivo y emocional de los niños. Existen opciones como:
- Libros con historias personalizadas en las que el niño es el protagonista.
- Cuentos ilustrados adaptados a su edad e intereses.
- Cajas de suscripción mensual con libros y actividades.
Regalar un libro es también regalar imaginación, vocabulario y empatía.

4. Herramientas para el autocuidado y la salud emocional
Cada vez más familias optan por introducir desde la infancia prácticas que promuevan el bienestar emocional. Algunas alternativas de regalo en esta línea incluyen:
- Kits de yoga o mindfulness para niños.
- Diarios emocionales con ilustraciones y ejercicios para expresar sentimientos.
- Peluches con funciones terapéuticas, como los que se pueden calentar para aliviar la ansiedad.
Estos obsequios pueden ayudar a los menores a desarrollar habilidades de autorregulación emocional y a sentirse más seguros en su entorno.

5. Experiencias significativas
No todo regalo debe ser físico. Regalar tiempo de calidad también es una poderosa forma de celebrar. Algunas opciones incluyen:
- Entradas para espectáculos infantiles, museos o parques interactivos.
- Talleres o clases de algo que el niño quiera aprender (música, pintura, cocina, etc.).
- Paseos a lugares naturales, zoológicos o acuarios.

Estas experiencias estimulan la curiosidad, la creatividad y el vínculo con los adultos significativos.
Optar por regalos alternativos a los dulces no significa privar a los niños del disfrute de su día, sino transformarlo en una oportunidad para sembrar hábitos saludables, fortalecer vínculos y estimular su desarrollo físico, mental y emocional. Este Día del Niño, regalar bienestar también es un acto de amor.