
Interpretar a un personaje de Disney es, para muchos actores, el sueño de una vida. Pero para Jorge Blanco, quien da voz a Jonathan, el nuevo interés amoroso de Blancanieves en el remake del clásico animado, este sueño se ha convertido en una realidad llena de emociones, retos y aprendizajes.
En entrevista exclusiva para Infobae México, conversamos con el actor de doblaje detrás de este encantador personaje, quien compartió cómo ha sido sumarse a una producción tan significativa y que al mismo tiempo enfrenta una gran ola de opiniones encontradas.
“Estoy muy contento de poder interpretar a Jonathan en esta nueva versión de Blancanieves. Es un gran clásico de Disney, pero esta versión tiene nuevas narrativas que se adaptan muy bien a la actualidad”, comenta entusiasmado. Uno de los aspectos que más lo motiva es la forma en que la película presenta una visión más empoderada de la protagonista, mientras Jonathan funciona como un apoyo, no como un salvador. “Es muy bonito ver cómo el personaje femenino toma las riendas, y cómo Jonathan está ahí para acompañarla, no para rescatarla”.

Un live action muy criticado
En medio de la polémica que ha rodeado a esta cinta, sobre todo por los cambios en la representación de los personajes, el actor fue claro al expresar su punto de vista: “Tenemos que tener cuidado con tanta información en redes sociales. Hay gente que ni siquiera ha visto la película y ya la está criticando. El cine es algo muy relativo. Lo más importante es sentarse, verla y formar tu propia opinión”.
Respecto a si la controversia podría afectar el trabajo de los actores de doblaje, fue contundente: “No lo creo. La magia del cine está en disfrutar, no en buscar errores. Y hay mucho talento en esta película, tanto en el elenco original como en el doblaje. Mi compañera Mariana Dávila, quien interpreta a Blancanieves, es espectacular. Muchos la conocieron por su papel en Anastasia en teatro, y ahora la escucharán en una faceta distinta pero igual de potente”.

Convertirse en un príncipe de Disney ha sido, en sus palabras, “una meta realizada”. Desde niño, recuerda cantar con sus cassettes de La Sirenita, Hércules y Aladdin. “El saber que ahora alguien puede escuchar mi voz y recordarme como parte de su infancia es algo muy especial. Es un sueño cumplido”.
Aunque reconoce que el doblaje tiene sus desafíos únicos —como trabajar sin ensayos y con tiempos muy cortos— asegura que cada formato tiene su magia. “El doblaje es muy técnico, requiere precisión. No tienes tiempo para prepararte tanto como cuando estás frente a una cámara, pero eso también lo hace muy emocionante”.
El panorama del doblaje en México
Ante la creciente discusión sobre el predominio del doblaje mexicano en América Latina, se mostró abierto y positivo: “Sí, México ha sido punta de lanza en doblaje, por muchas razones históricas y de industria. Pero está increíble que otros países también estén creciendo. Me encantó, por ejemplo, lo que se hizo con Encanto y la representación colombiana. La diversidad suma mucho”.
Y si de sueños se trata, aún le queda una lista por cumplir. “Ahora que ya hice un príncipe, me gustaría un personaje más cómico como Olaf, o un gran villano como Hades. Hades sería increíble”.

Para quienes desean seguir sus pasos en el doblaje, tiene un mensaje claro: “La actuación y el doblaje requieren preparación, paciencia y mucha humildad. No importa si ya has hecho cosas frente a cámara, aquí se empieza desde abajo. Hay que estudiar, tomar cursos, dejarse dirigir y poco a poco abrirse camino”.
Finalmente, al preguntarle cuál fue su escena favorita en Blancanieves, no lo dudó: “Me encantó una parte que hice desde el casting. Jonathan dice ‘Me llamo Jonathan princesa. No Jonathan princesa. Solo Jonathan, princesa’. Es una línea con doble sentido, muy simpática, que refleja bien el tono del personaje”.
Más allá de la controversia, esta nueva Blancanieves promete ser una película que mezcla nostalgia con mensajes contemporáneos, y voces como la de este actor son prueba de que el doblaje mexicano sigue marcando pauta con pasión, talento y corazón.