
La presión de Estados Unidos por llevar cuanto antes a juicio a Rafael Caro Quintero quedó marcada esta semana con la entrega del primer paquete de evidencias en su contra.
La Fiscalía del Distrito Este de Nueva York notificó a la defensa del narcotraficante mexicano la puesta a disposición de grabaciones telefónicas y registros de aseguramientos de droga, piezas centrales en el proceso penal que enfrenta en la Corte Federal de Brooklyn.
El expediente, según reporta el periodista Arturo Ángel, incluye acusaciones por narcotráfico, conspiración para cometer asesinatos y uso de armas de fuego, entre ellos la responsabilidad por el asesinato del agente de la Administración para el Control de Drogas (DEA), Enrique Kiki Camarena, ocurrido en 1985.
Estos cargos podrían llevar a Caro Quintero a ser condenado a prisión de por vida o a la pena capital, una decisión que la Fiscalía todavía debe confirmar ante el tribunal.
De acuerdo con la información publicada en Milenio, los fiscales buscan que el proceso avance sin demoras. “Estamos a un paso de que la justicia sea servida. Rafael Caro Quintero finalmente enfrentará las consecuencias de sus crímenes cometidos”, dijo en una declaración el fiscal en jefe John J. Durham, encargado del caso.
Grabaciones, decomisos y una defensa en reacomodo

La notificación oficial sobre la entrega de pruebas se realizó el 21 de abril, a través de un documento firmado por el equipo de fiscales que encabeza Durham. Según los detalles difundidos, el material entregado está dividido en cuatro bloques: tres relacionados con decomisos de drogas ejecutados en 2015 y uno más con grabaciones de llamadas telefónicas que contaron con la autorización de al menos uno de los participantes.
Se prevé que este primer paquete de evidencias sea solo el inicio de varias entregas durante las próximas semanas, dada la cantidad de elementos probatorios que la Fiscalía anticipó desde la primera audiencia del proceso.
Por parte de la defensa, el equipo legal de Caro Quintero está integrado por Elizabeth Macedonio, especialista en litigios criminales, y Mark DeMarco, quien se sumó recientemente luego de la salida del abogado inicial, removido por un posible conflicto de interés.
El juez federal Frederick Block, a cargo del caso, fijó la siguiente audiencia de revisión para el 25 de junio. En esa sesión, los fiscales deberán informar si solicitarán la pena de muerte contra el capo mexicano.
El proceso contra Caro Quintero forma parte de un paquete de 29 narcotraficantes mexicanos que fueron entregados a Estados Unidos el pasado 28 de febrero. A diferencia del proceso contra Caro Quintero, los casos del resto de los narcos enviados avanza con menor velocidad e incluso ya se planteó la posibilidad de un acuerdo para evitar el juicio mediante una declaración de culpabilidad.
Caro Quintero se dice inocente

El proceso contra Rafael Caro Quintero comenzó formalmente el pasado 28 de febrero, cuando fue presentado ante la Corte Federal de Brooklyn junto a otros narcotraficantes mexicanos extraditados por el gobierno de México.
Durante esa primera audiencia, el capo de 72 años se declaró “no culpable” de los cargos por narcotráfico, crimen organizado y el asesinato del agente de la DEA, Enrique Kiki Camarena, ocurrido en 1985.
El acto se realizó en una sala del tribunal federal abarrotada de agentes antidrogas, donde la fiscal Saritha Komatireddy subrayó la gravedad de las acusaciones.
“Después de 40 años, el hombre que asesinó al agente especial de la DEA Enrique Camarena está aquí para hacer frente a la justicia estadounidense”, señaló la fiscal ante el juez. Komatireddy también afirmó que Caro Quintero es “responsable de la muerte de muchos estadounidenses” y destacó que él y sus socios fueron pioneros de la industria del narcotráfico mexicana.
Rafael Caro Quintero, conocido como el “narco de los narcos”, es señalado como uno de los fundadores del desaparecido Cártel de Guadalajara y como pieza clave en el establecimiento de las rutas del narcotráfico mexicano hacia Estados Unidos desde la década de los setenta. De acuerdo con las autoridades estadounidenses, Caro Quintero no solo lideró operaciones de tráfico de grandes cantidades de cocaína, metanfetamina, heroína y marihuana, sino que también ordenó y participó en actos de extrema violencia, incluido el secuestro, tortura y asesinato del agente Kiki Camarena, considerado un punto de quiebre en la historia de la lucha antidrogas entre ambos países.
La Casa Blanca lo clasifica como uno de los “jefes de cártel más malvados del mundo”, mientras que la DEA mantiene desde hace años su nombre en la lista de los criminales más buscados. Su captura en julio de 2022, en Sinaloa, se produjo después de permanecer casi una década prófugo, tras haber obtenido su libertad en México por una resolución judicial que posteriormente fue anulada.
A sus 72 años, Caro Quintero enfrenta en Estados Unidos el que podría ser su último juicio, en el que las autoridades buscan, por primera vez, la posibilidad de imponerle la pena de muerte.