
A simple vista, puede parecer un truco de abuela o superstición popular, pero dejar un vaso con vinagre en la cocina por la noche es una práctica ancestral que ha cruzado generaciones por sus múltiples beneficios, tanto energéticos como prácticos.
Esta costumbre, muy extendida en hogares mexicanos y latinoamericanos, tiene raíces en creencias antiguas que asocian el vinagre con la capacidad de “limpiar” no solo el ambiente físico, sino también el emocional o espiritual de una casa.
¿De dónde viene esta práctica?
En muchas tradiciones populares, especialmente en zonas rurales, se cree que el vinagre, por su fuerte aroma y capacidad purificadora, puede absorber malas energías, neutralizar tensiones acumuladas y proteger el hogar.

Se dice que, junto con la sal, actúa como un imán para energías densas o negativas que podrían estar afectando el ánimo de quienes habitan el espacio.
¿Qué beneficios se le atribuyen?
- Purificación energética: según el pensamiento popular, el vinagre “rompe” la mala energía estancada.
- Neutraliza olores: científicamente comprobado, el vinagre blanco elimina malos olores al neutralizar las partículas que los causan.
- Repele insectos: el olor fuerte actúa como repelente natural para moscas, hormigas o cucarachas.
- Mejora la concentración y el descanso: quienes lo practican aseguran que la casa amanece más “ligera” y tranquila.

Cómo hacerlo correctamente
- Usa un vaso de cristal transparente
- Llénalo con ¾ de vinagre blanco
- Puedes añadir una cucharadita de sal marina para potenciar el efecto
- Colócalo en una esquina de la cocina o cerca de la puerta
- Déjalo toda la noche y deséchalo por la mañana
- No lo reutilices ni lo vacíes en fregaderos que uses regularmente
Al día siguiente, observa si el vinagre se enturbió o cambió de color. Algunas personas creen que eso indica que absorbió cargas negativas.

¿Tiene respaldo científico?
Aunque sus beneficios energéticos no tienen respaldo científico directo, el vinagre sí es reconocido por estudios de microbiología como un potente desinfectante natural, capaz de eliminar bacterias y neutralizar olores. Esto le da un valor práctico real más allá de las creencias.
Ante esto, dejar un vaso con vinagre en la cocina no solo puede mejorar el ambiente del hogar, sino también conectar con rituales sencillos que aportan intención, limpieza y bienestar.
Tal vez no puedas medir la energía, pero seguro notarás la diferencia en cómo se siente tu espacio.