Licuado de avena con colágeno: una bebida nutritiva para fortalecer la masa muscular y mejorar la salud articular

Gracias a su alto contenido de esta proteína, la bebida fortalece los cartílagos y mejora la digestión, sin embargo, siempre es recomendable consultar con un especialista en nutrición antes de incorporar suplementos o cambios significativos en la dieta

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Esta bebida es una alternativa
Esta bebida es una alternativa eficiente para complementar la ingesta diaria de aminoácidos esenciales, especialmente en personas con alta demanda física o envejecimiento progresivo. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Los licuados son una alternativa práctica para incluir nutrientes esenciales en la dieta diaria, ya que al mezclar frutas, verduras, proteínas y superalimentos, proporcionan una fuente rápida de vitaminas, minerales y antioxidantes que contribuyen al bienestar general. Ya sea para mejorar la digestión, fortalecer el sistema inmunológico, regular el colesterol o promover una piel saludable, estas bebidas tienen la capacidad de adaptarse a las necesidades específicas de cada persona.

El colágeno es una de las proteínas más abundantes en el organismo, sin embargo, el envejecimiento provoca que su producción disminuya de manera natural. Esta reducción se trata de un proceso que comienza a partir de los 25 años y, con el tiempo, trae consigo la aparición de arrugas, pérdida de firmeza en la piel, debilitamiento del cabello y mayor rigidez o dolor articular.

Frente a dichas alteraciones físicas, muchas personas optan por modificar su alimentación, incorporando alimentos ricos en esta proteína, como el caldo de huesos, la gelatina o suplementos específicos, sin embargo, entre las opciones más prácticas y funcionales se encuentra el licuado de avena con colágeno, una bebida que además incluye ingredientes ricos en fibra, hierro y carbohidratos complejos que la convierten en una herramienta ideal para mantener niveles de energía estables y promover el bienestar general.

Receta paso a paso de licuado de avena con colágeno

Formulado con ingredientes funcionales, este
Formulado con ingredientes funcionales, este licuado apoya la síntesis de colágeno endógeno.

Ingredientes:

  • ½ taza de avena cruda
  • 1 cucharadita de colágeno en polvo (preferentemente hidrolizado)
  • 1 taza de leche vegetal (almendra, avena o soya)
  • 1 plátano maduro
  • 1 cucharada de mantequilla de almendra o maní
  • 1 cucharada de semillas de chía
  • ½ taza de fresas frescas o congeladas
  • Hielo al gusto

Preparación:

  1. Remoja la avena en la leche vegetal durante 10 minutos para que se suavice.
  2. Coloca en la licuadora la avena remojada con la leche, el plátano, las fresas, la mantequilla de almendra, las semillas de chía y el colágeno en polvo.
  3. Añade hielo al gusto para una textura refrescante.
  4. Licúa hasta obtener una mezcla homogénea y cremosa.
  5. Sirve inmediatamente para aprovechar todos los nutrientes.

Cuáles son las propiedades nutrimentales de este licuado

La mantequilla de maní puede
La mantequilla de maní puede ser parte de una alimentación consciente, siempre que se consuma en porciones adecuadas y dentro de un contexto nutricional balanceado.

Además de que contiene colágeno, esta bebida destaca también por los múltiples beneficios que aportan el resto de sus ingredientes. La mantequilla de maní, por ejemplo, es una fuente rica en grasas saludables, potasio, fibra y proteínas. Según el Instituto Gastronómico ASPIC, las personas que consumen regularmente este alimento tienen menos probabilidades de desarrollar enfermedades cardiovasculares, además, ayuda a contrarrestar los efectos negativos del sodio.

Aunque muchas personas asocian la mantequilla de maní con grasas saturadas, en realidad, su composición incluye una mayor proporción de grasas insaturadas, similares a las que se encuentran en el aguacate y el aceite de oliva, las cuales son esenciales para el buen funcionamiento del organismo. Por otro lado, también es rica en nutrientes como la vitamina E, un antioxidante que protege las células del daño, y el magnesio, que favorece la salud ósea y la recuperación muscular.

El plátano, por su parte, no solo es una fuente de energía rápida, sino que también contiene compuestos fitoquímicos que están siendo estudiados por su posible papel en la reducción del riesgo de ciertos tipos de cáncer, como el de páncreas y mama. No obstante, aunque aún no existe evidencia concluyente en esa área, tiene propiedades antiinflamatorias y protectoras.

Esta fruta, según la Academia Española de Nutrición y Dietética, es especialmente útil para quienes sufren de diarrea o gastroenteritis, ya que su alto contenido en potasio ayuda a reponer los minerales perdidos durante estos episodios. Además, su aporte de manganeso y vitaminas del grupo B lo convierte en un alimento ideal para la recuperación tras el ejercicio físico.

Cuando se hidrata, la chía
Cuando se hidrata, la chía forma un gel natural que puede usarse como sustituto del huevo en preparaciones veganas.

Finalmente, la Revista Chilena de Nutrición señaló que, entre las propiedades de la chía, destacan los ácidos grasos poliinsaturados omega-3, en particular el ácido alfa-linolénico (ALA), que son una alternativa vegetal a los ácidos grasos presentes en alimentos de origen animal. Rica en fibra insoluble, favorece la regulación del tránsito intestinal y ayuda a controlar los niveles de glucosa en sangre después de las comidas, un efecto que, según la publicación, contribuye a la reducción del apetito, por lo que es aliada para controlar el peso.

Por otro lado, los antioxidantes presentes en la chía, como las isoflavonas, poseen propiedades anticarcinogénicas y disminuyen los procesos inflamatorios. En personas con diabetes tipo 2, por ejemplo, su consumo ha mostrado beneficios como la reducción de la presión arterial sistólica y de los niveles de proteína C reactiva, lo que disminuye el riesgo cardiovascular.

Finalmente, la revista también señaló que los beneficios de la chía no se limitan a su consumo directo. Sus derivados, como la harina y el aceite, han demostrado tener un impacto positivo en la redistribución de lípidos, la tolerancia a la glucosa y la sensibilidad a la insulina; incluso en estudios realizados en animales, se ha observado que el aceite de chía puede ayudar a controlar la hipertensión.