
Sin duda el mundo de las plantas con poderes curativos es un universo basto y lleno de posibilidades donde siempre existe un remedio para todo mal.
Y aunque muchas de estas son ampliamente conocidas, tales como la manzanilla o la hierbabuena, lo cierto es que existen otras que son casi desconocidas, a pesar de los enormes beneficios que reportan.
Tal es el caso de la artemisa, una planta perenne de la familia Asteraceae, originaria de Europa, Asia y América del Norte que se ha utilizado durante siglos por sus diversas propiedades tanto medicinales como culinarias.
Se trata de una planta de tallos leñosos que puede alcanzar hasta 2 metros de altura que tiene hojas verdes en la parte superior y blanquecinas en la inferior, además de pequeñas flores amarillas o rojizas.
La artemisa se ha empleado en la medicina herbal para tratar diversos padecimientos debido a que contiene una gran variedad de compuestos bioactivos que le confieren propiedades antioxidantes, antimicrobianas y antiinflamatorias, entre otras.
Es por eso que aquí te contamos sobre sus propiedades curativas y cómo hacer para obtener sus

Cuáles son las enfermedades que ayuda a prevenir la planta artemisa
Como mencionamos, la planta Artemisia vulgaris, conocida como artemisa, ha sido utilizada tradicionalmente en la medicina herbal por sus propiedades medicinales, que pueden contribuir a la prevención de ciertas afecciones, tales como las siguientes:
- Trastornos digestivos: Sus propiedades carminativas y antiespasmódicas ayudan a prevenir problemas como indigestión, flatulencias y cólicos estomacales.
- Parásitos intestinales: La artemisa contiene compuestos con propiedades antiparasitarias que pueden combatir infecciones por helmintos y otros parásitos.
- Trastornos menstruales: Tradicionalmente, se ha empleado para regular el ciclo menstrual, aliviar dolores menstruales (dismenorrea) y tratar irregularidades hormonales.
- Insomnio y ansiedad: Debido a sus propiedades relajantes, puede ser útil para prevenir problemas como el insomnio o niveles elevados de ansiedad leve.
- Infecciones respiratorias leves: Sus propiedades antimicrobianas y expectorantes han sido utilizadas para aliviar y prevenir molestias como tos o infecciones leves del tracto respiratorio.
- Enfermedades inflamatorias: La artemisa contiene flavonoides con propiedades antiinflamatorias, que podrían ayudar a mitigar la inflamación y prevenir afecciones como artritis o dolencias musculares.
- Problemas hepáticos: Algunos usos tradicionales sugieren que la artemisa puede apoyar la función hepática y prevenir enfermedades relacionadas con el hígado al promover la eliminación de toxinas.
- Estrés oxidativo: Los antioxidantes presentes en la artemisa pueden ayudar a combatir el daño causado por los radicales libres, contribuyendo a la prevención de enfermedades crónicas.

Cómo preparar un té de artemisa para obtener sus beneficios
La artemisa se puede consumir de diversas formas dependiendo del beneficio que se busque aunque una de las más usadas es tomarla en forma de infusión.
- Cómo prepararlo:
- Utiliza 1 a 2 gramos (una cucharadita) de hojas secas o flores de artemisa por taza de agua caliente (250 ml).
- Hierve el agua, adiciona la planta, tapa y deja reposar 5-10 minutos antes de colar.
- Frecuencia: Consumir 1 a 2 tazas al día, preferiblemente después de las comidas para problemas digestivos o antes de dormir en casos de insomnio.
Es fundamental consultar a un especialista de salud antes de incorporar la planta como tratamiento preventivo, especialmente en personas embarazadas, lactantes o con condiciones médicas preexistentes, debido a sus posibles contraindicaciones.