El día en que el papa Francisco bendijo a las madres buscadoras de México: “La desaparición forzada es una llaga abierta”

El papa reconoció el esfuerzo de las madres que buscan a sus hijos y llamó a autoridades y ciudadanos a respaldar su causa

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El mensaje de apoyo hacia
El mensaje de apoyo hacia las madres buscadoras en México, generó conciencia colectiva para valorar el trabajo de los grupos. - crédito Colprensa-SIG

Durante su audiencia general en el Vaticano, el papa Francisco dedicó un mensaje especial a las madres buscadoras, mujeres que buscan a sus hijos desaparecidos en distintos países de América Latina.

El pontífice reconoció su lucha y les otorgó su bendición en un gesto que fue difundido y valorado por distintos colectivos.

“Quiero dirigirme hoy especialmente a las madres que buscan a sus hijos desaparecidos. A ustedes, madres buscadoras, que no se cansan de clamar por verdad y justicia, les envío mi bendición y mi oración. Su dolor es nuestro dolor”, expresó Francisco ante los congregados en la Plaza de San Pedro.

El líder de la Iglesia Católica también destacó la fortaleza de estas mujeres frente a la adversidad.

“Ustedes son ejemplo de una fe que no se apaga, de una esperanza que se mantiene firme incluso en medio del sufrimiento. La búsqueda de la verdad es un acto de amor, y la perseverancia, nos enseña a no resignarnos ante la injusticia”, resaltó el Papa.

El mensaje fue rápidamente recogido por organizaciones de derechos humanos y colectivos de madres buscadoras, quienes resaltaron la importancia de que su labor sea visibilizada a nivel internacional.

En países como México, donde se contabilizan más de 110 mil personas desaparecidas, los grupos de búsqueda han denunciado la falta de respuestas por parte de las autoridades y la necesidad de mayor apoyo social.

Durante su discurso, el pontífice también hizo un llamado directo a los gobiernos y a la sociedad.

“Les pido a quienes tienen responsabilidades civiles que no miren hacia otro lado. Cada desaparecido tiene un nombre, una historia y una familia que lo espera. Es un deber de humanidad y de solidaridad”, apuntó el pontífice.

A través de redes sociales, diversos colectivos expresaron su agradecimiento y señalaron que palabras como las del pontífice representan un aliento en medio de la dura realidad que enfrentan. Para ellas, que realizan búsquedas en condiciones de riesgo y muchas veces sin recursos, el respaldo moral resulta fundamental.

Actualmente, agrupaciones como Madres Buscadoras de Sonora, Sabuesos Guerreras y el Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México siguen trabajando en la localización de sus familiares, enfrentando no sólo el dolor, sino también amenazas de grupos criminales y obstáculos burocráticos.

El mensaje de Francisco fue replicado en distintos medios de comunicación y difundido a través de los canales oficiales del Vaticano. “La desaparición forzada es una llaga abierta en el corazón de nuestras sociedades”, añadió el Papa, reafirmando su compromiso con las víctimas de violencia y con la defensa de los derechos humanos.

Agrupaciones como Madres Buscadoras de
Agrupaciones como Madres Buscadoras de Sonora, Sabuesos Guerreras y el Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México agradecieron el apoyo que tuvo el pontífice y difundieron las oraciones hacia los desaparecidos.

Legado del papa Francisco y el futuro de la Iglesia Católica

El pontífice se caracterizó por ser un Papa de gestos: besó los pies de líderes enfrentados en Sudán del Sur, visitó cárceles y lavó los pies a reclusos el Jueves Santo, abrazó a personas con malformaciones, viajó a campos de refugiados, e invitó a los pobres a comer con él en el Vaticano.

Además, no impuso una doctrina nueva, pero provocó una conversión pastoral. Su énfasis en la misericordia por sobre la condena y en la inclusión de los descartados, dejó una semilla en los corazones.

Su legado fue dejar una Iglesia más consciente de su misión en las periferias, más dispuesta al diálogo, y más humilde para reconocer sus errores. La cultura del encuentro que promovió no desaparecerá con su partida, sino que quedará como brújula para una nueva generación de creyentes y pastores.