Él es el cardenal mexicano Francisco Robles Ortega, quien tendría posibilidades de suceder al papa Francisco

México podría hacer historia en el Vaticano con el posible nombramiento del cardenal tapatío como el próximo sucesor del padre Francisco

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José Francisco Robles Ortega aseguró
José Francisco Robles Ortega aseguró que el crímen organizado es la principal amenaza de seguridad en la entidad (Foto: Especial)

Tras la muerte del papa Francisco a los 88 años, la Iglesia Católica se prepara para elegir a su sucesor en un nuevo cónclave. De los 252 cardenales que podrían participar, uno de los mexicanos con posibilidades de ser elegido es Francisco Robles Ortega, arzobispo de Guadalajara.

Nacido el 2 de marzo de 1949 en Mascota, Jalisco, Robles Ortega es el tercero de 16 hermanos. Su camino religioso inició en el Seminario Menor de Autlán y continuó en los seminarios de Guadalajara y Zamora. Fue ordenado sacerdote en 1976 y más tarde obtuvo la Licenciatura en Teología Dogmática en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma.

Su trayectoria en la Iglesia Católica ha sido amplia y ascendente. Fue nombrado Obispo Auxiliar de Toluca en 1991 y luego obispo titular en 1996. En 2003, el Papa Juan Pablo II lo designó Arzobispo de Monterrey y, en 2007, fue elevado a Cardenal por el Papa Benedicto XVI.

Repique de campanas en la Catedral Metropolitana tras la muerte del Papa Francisco. (X/@AztecaNoticias)

Desde 2011, Robles Ortega es Arzobispo de Guadalajara y ha ocupado importantes cargos dentro y fuera de México. Ha sido presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano en dos periodos (2012-2015 y 2016-2018), ha participado en sínodos clave sobre la nueva evangelización y la familia, y fue miembro de varios consejos pontificios, incluyendo el de Comunicaciones Sociales y el de la Nueva Evangelización.

Considerado un pastor cercano, con fuerte compromiso social y sólida formación doctrinal, Robles Ortega participó como elector en el cónclave de 2013 que eligió a Francisco, y ahora podría ser uno de los candidatos a sucederlo. Su visión eclesial se caracteriza por una defensa firme de la fe, una sensibilidad hacia la justicia social y una perspectiva profundamente humana de la realidad mexicana.

Como él mismo ha expresado: “La Iglesia no es una comunidad por consenso, con unos objetivos por superiores que estos fueran. Es una comunidad que se caracteriza por la comunión de sus miembros con Dios, y la vivimos con nuestros hermanos”.

En un escenario global de incertidumbre, la figura del cardenal Robles Ortega representa la posibilidad de un liderazgo que combine tradición, apertura pastoral y un profundo conocimiento de los retos contemporáneos.