¿Cuál es la historia detrás de la verdadera “Espada de San Jorge”?

Una de las plantas ornamentales más populares de México tiene un sobrenombre relacionado con una leyenda cristiana

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La planta sansevieria fue apodada
La planta sansevieria fue apodada como "espada de San Jorge" debido a un relato popular de la religión cristiana. (Archivo/ Wikimedia)

La sansevieria, conocida en México como “lengua de suegra” o “espada de San Jorge”, es popular en los jardines mexicanos debido a su resistencia y facilidad de cuidado. A pesar de su nombre, no se trata de alguna divinidad, destaca porque puede sobrevivir en diversas condiciones, incluyendo poca luz y entornos secos, lo que la hace ideal para interiores, hogares y oficinas.

Esta planta se caracteriza por tener hojas altas, alargadas y elegantes, con patrones y tonalidades que aportan un diseño decorativo llamativo, pero sobrio. Esto la ha posicionado como una de las plantas de interior más versátiles y decorativas, lo que atrae a personas interesadas en crear espacios verdes con estilo.

Sin embargo a pesar que en la actualidad la sansevieria sigue siendo muy común en México, es posible que algunos jóvenes desconocen que su sobrenombre “espada de San Jorge” hace referencia a una de las historias más representadas en el arte medieval del cristianismo.

La historia de San Jorge y el dragón

Esta espada es considerada un
Esta espada es considerada un emblema entre los países europeos con más tradición cristiana. (Wikimedia)

Según la versión más popular de la leyenda, recopilada en la Legenda Aurea de Jacobo de Vorágine en el siglo XIII, la historia transcurre en una ciudad pagana aterrorizada por un dragón venenoso que vivía en un lago cercano y exigía tributos para no atacar. Inicialmente, los habitantes le ofrecían ovejas, pero cuando estas escasearon, comenzaron a sacrificar a sus propios hijos, seleccionados por sorteo.

Un día, la hija del rey, la princesa, fue elegida para ser ofrecida al dragón. A pesar de las súplicas del rey, la joven fue llevada al lago, vestida como para una boda, para enfrentar su destino.

En ese momento, Jorge, un caballero cristiano que viajaba por la región, llegó al lugar. Al ver a la princesa en peligro y enterarse de la situación, decidió enfrentarse al dragón. Armado con una espada y protegido por su fe, Jorge atacó a la bestia.

En algunas versiones, primero hace la señal de la cruz para debilitarla; en otras, lucha ferozmente hasta herirla de muerte o someterla. En lugar de matarla de inmediato, Jorge pidió a la princesa que atara su cinturón al cuello del dragón, y juntos lo llevaron manso hasta la ciudad.

Allí, Jorge prometió acabar con el dragón si los habitantes se convertían al cristianismo. El rey y el pueblo aceptaron, y tras el bautismo masivo de miles de personas, Jorge decapitó a la criatura.

Aunque los detalles históricos sobre San Jorge son escasos, de acuerdo a un artículo de la revista National Geographic se tiene registro de que fue un soldado ejecutado alrededor del año 303, la leyenda se enriqueció con el tiempo y se convirtió en un símbolo universal de heroísmo que es homenajeado en países como como Inglaterra, Cataluña, Aragón, Georgia y Etiopía.

¿Cómo era la verdadera espada de San Jorge?

Las replicas de la espada
Las replicas de la espada de San Jorge se venden en tiendas medievales por precios altos. (Tienda Medieval)

Aunque es imposible saber con exactitud si la mítica espada realmente existió, entre los fanáticos de la época medieval han surgido diseños representativos de la espada de San Jorge, algunas de ellas se encuentran disponibles en tiendas medievales por un costo de hasta 210 euros (5 mil 800 pesos mexicanos).

Una de las versiones de esta espada se comercializa por el sitio Tienda Medieval la cuál mide 120 cm de largo, cuenta con un diseño grabado en la espada y está hecha de acero inoxidable.

“La espada de San Jorge es una réplica exacta de la espada con la que el santo mató al temible dragón para salvar a una princesa. La espada es un verdadero tesoro para los amantes de la historia y la fantasía. Su fabricación en Toledo, cuna de la espadería española, garantiza su calidad y autenticidad”, se lee en la descripción del artículo.