
El arroz es un ingrediente indispensable en las cocinas mexicanas debido a su accesibilidad y flexibilidad para acompañar cualquier platillo; sin embargo, también es considerado como un aliado natural para el cuidado de la piel en algunas culturas, principalmente en la japonesa.
Es utilizado tradicionalmente como base en mascarillas, tónicos y cremas que ayuda, según la cultura japonesa, a tener una piel más uniforme, tersa y luminosa. Además, combate el exceso de grasa y su uso continúo podría tener un efecto aclarante.
Su reputación como aliado natural no ha hecho más que consolidarse con el paso del tiempo, y hoy en día es muy popular tanto por sus supuestos beneficios (blanquear, nutrir y rejuvenecer la piel) como por sus resultados.

Crema de arroz
A continuación, te compartimos una receta para preparar una crema de arroz ideal para exfoliar, hidratar y combatir los estragos de la edad en la piel dejando un efecto suave, iluminado y aclarante.
Ingredientes
- ½ taza de arroz blanco
- 1 taza de agua
- 2 cucharadas de aceite de coco virgen o extra virgen
- 1 cucharada de leche o agua de rosas (opcional)
Preparación
- Lava el arroz para retirar cualquier residuo de polvo o impurezas.
- Vacía el arroz limpio en una olla y agrega una taza de agua
- Calienta la mezcla a fuego lento hasta que el arroz esté tierno
- Deja enfriar el arroz cocido por varios minutos
- Licúa el arroz hasta obtener una mezcla homogénea y cremosa. Puedes añadir agua o leche si la mezcla es demasiado espesa.
- Agrega dos cucharadas de aceite de coco y revuelve hasta que se incorpore en toda la mezcla. En ese punto también puedes agregar agua de rosas.
- Reserva la mezcla en un recipiente hermético y guárdala en el refrigerador.

Esta mezcla dura alrededor de una semana en refrigeración y se puede complementar con agua de arroz, la cual ayuda a reducir las manchas en la piel y combatir el envejecimiento prematuro.
Cabe mencionar que el uso cosmético del arroz no es milagroso, pues es fundamental contar con la orientación de un dermatólogo antes de incorporar nuevos productos (incluso naturales) a tu rutina facial, especialmente si tienes sensibilidad en la piel o padeces condiciones específicas como dermatitis o acné severo.
Además, la aplicación de productos naturales como mascarillas caseras debe ser acompañado de una rutina autorizada por un especialista y los resultados dependerán de otros factores, tales como tipo de piel, aplicación o constancia.