
Los recientes ataques contra anexos y clínicas de rehabilitación en distintos estados de México han reabierto la crisis de homicidios y delitos relacionados con el secuestro y “levantones” en este centros de atención contra las adicciones. El último episodio ocurrió cuando presuntos miembros de cárteles atacaron tres de estos establecimientos en Culiacán, Sinaloa; sin embargo, solo uno de ellos dejó un saldo de nueve muertos y cuatro heridos.
De acuerdo con datos y fuentes militares consultadas igualmente por Infobae México, existen alrededor de 125 víctimas reportadas desde el año 2019. En tanto, se contabilizan cerca de 40 pacientes que han sido “levantados” y obligados a enlistarse entre las filas de los principales cárteles del narcotráfico que dominan y mantienen una lucha encarnizada en la región.
Sobre esa línea, la explicación de estos índices se atribuye a un razón principal: la fragmentación del Cártel de Sinaloa entre Los Chapitos y Los Mayos, ambos surgidos tras la nueva extradición de Joaquín Guzmán Loera, alias “El Chapo”, y el secuestro de Ismael “El Mayo” Zambada a mediados de 2024 para enfrentar a las autoridades en la corte del Distrito Este de Brooklyn, Nueva York, en Estados Unidos.

De acuerdo con un alto mando de seguridad federal, los ataques a centros de rehabilitación estarían relacionados igualmente con la “traición” de antiguos miembros de grupos delictivos que decidieron abandonar esas actividades y comenzar un proceso de recuperación frente al consumo de drogas o alcohol.
Durante su tiempo dentro de las organizaciones criminales, estos individuos eran forzados a consumir sustancias como cristal y cocaína para llevar a cabo ejecuciones, robos, bloqueos armados y agresiones contra autoridades, explicó la fuente.
Además, estos ataques también obedecerían a un intento del crimen organizado por castigar o desmantelar estos espacios, ya que representan una pérdida de consumidores. Según las autoridades, algunos de los usuarios llegaban a consumir hasta cinco dosis diarias antes de buscar ayuda en estos anexos ubicados en Sinaloa.
El estilo del CJNG y el Cártel de Santa Rosa de Lima en Guanajuato
La situación en Guanajuato respecto a estos temas tampoco ha tenido un panorama favorable.. Datos obtenidos por Reforma detallan que existen nuevos “puntos rojos” en el estado de Guanajuato. Específicamente, por una guerra que han entablado fuerzas del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Santa Rosa de Lima por obtener bastiones clave de la zona del Bajío.
Ataque al anexo “Shaddai”: la prueba fehaciente de este repunte de violencia
El episodio trágico más reciente se dio con el ataque armado al anexo “Shaddai” en Culiacán, Sinaloa, el cual dejó un saldo de nueve muertos, entre ellos el director del lugar y el subdirector Jesús Jovany.
El ataque ocurrió la madrugada del martes 8 de abril en Colinas de San Miguel, una zona residencial de alto nivel. Según testimonios, un grupo armado irrumpió preguntando por internos relacionados con “El Mayo” sin encontrar respuesta. A pesar de que el director intentó calmar a los agresores, estos comenzaron a disparar.

“Nos tiraron al suelo y empezaron a apuntarnos. Yo sólo pensaba en mi familia”, narró uno de los sobrevivientes a medios locales. Otro testigo relató que los agresores huyeron cuando uno de sus rifles se encasquilló, lo que evitó un número aún mayor de víctimas.
Horas después, el propietario del anexo, Guillermo Rodríguez Gaxiola, fue secuestrado en un domicilio en el fraccionamiento Portalegre. La Fiscalía General del Estado (FGE) de Sinaloa confirmó que ya abrió una carpeta de investigación por homicidio múltiple y privación ilegal de la libertad.