¿Qué es la vitamina P y por qué deberías incluirla en tu dieta?

No es una vitamina tradicional, pero sí un poderoso compuesto natural con múltiples beneficios para la salud

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No es una vitamina tradicional,
No es una vitamina tradicional, pero sí un poderoso compuesto natural con múltiples beneficios para la salud

Aunque su nombre puede parecer reciente o incluso ficticio, la vitamina P no es una vitamina en el sentido estricto, sino un conjunto de compuestos vegetales conocidos como flavonoides o bioflavonoides. Estos compuestos naturales han captado la atención tanto de expertos en nutrición como de la industria cosmética por sus múltiples beneficios para la salud y la piel.

Presente en frutas cítricas, bayas, té y vegetales, mejora la circulación, fortalece el sistema inmunológico y protege la piel del envejecimiento prematuro. Descubre por qué incluirla en tu dieta diaria puede marcar la diferencia en tu bienestar.

¿Qué es exactamente la vitamina P?

El término “vitamina P” fue utilizado por primera vez en los años 30, cuando los científicos comenzaron a estudiar ciertos compuestos presentes en los cítricos que parecían mejorar la resistencia de los capilares sanguíneos.

Aunque con el tiempo se descubrió que no se trataba de una vitamina esencial como la C o la D, el nombre se mantuvo como una forma de referirse a un grupo de sustancias vegetales con potentes efectos antioxidantes: los flavonoides.

Los flavonoides, conocidos como vitamina
Los flavonoides, conocidos como vitamina P, son compuestos naturales presentes en frutas y verduras que destacan por sus beneficios antioxidantes, antiinflamatorios y cosméticos. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Uno de los más conocidos es la hesperidina, ampliamente utilizada hoy en productos cosméticos por su capacidad para mejorar la circulación sanguínea y reducir la inflamación, especialmente en el contorno de ojos.

Beneficios de la vitamina P en el organismo

Incluir alimentos ricos en vitamina P en tu dieta puede aportar numerosos beneficios para la salud, entre ellos:

  • Mejora de la circulación sanguínea: fortalece los capilares y vasos sanguíneos, reduciendo la aparición de hematomas, varices y ojeras.
  • Acción antioxidante: combate los radicales libres, responsables del envejecimiento celular y del deterioro de la piel.
  • Efecto antiinflamatorio: ayuda a reducir la inflamación en tejidos y articulaciones.
  • Refuerzo del sistema inmunológico: incrementa la respuesta del cuerpo frente a infecciones y enfermedades.
  • Favorece la absorción de vitamina C: potenciando su acción y duración en el organismo.
  • Protección cardiovascular: ayuda a prevenir la hipertensión y enfermedades del corazón.

¿Qué beneficios aporta la vitamina P a la piel?

Más allá de su efecto interno, la vitamina P también tiene un fuerte impacto en la piel. Gracias a su capacidad para mejorar la microcirculación y combatir los radicales libres, ayuda a reducir las arrugas, uniformar el tono cutáneo y combatir la hiperpigmentación. Por eso, se ha convertido en uno de los ingredientes estrella en cremas y tratamientos anti-edad.

Según especialistas, los flavonoides como la hesperidina impiden el transporte excesivo de melanina, lo que contribuye a disminuir las manchas oscuras y devolverle uniformidad y luminosidad a la piel.

Los flavonoides, conocidos como vitamina
Los flavonoides, conocidos como vitamina P, son compuestos naturales presentes en frutas y verduras que destacan por sus beneficios antioxidantes, antiinflamatorios y cosméticos. (Imagen Ilustrativa Infobae)

¿En qué alimentos se encuentra la vitamina P?

Los flavonoides están presentes de forma natural en una gran variedad de frutas, verduras y bebidas de origen vegetal. Estos son algunos de los alimentos más ricos en vitamina P:

  • Cítricos: como naranjas, limones, mandarinas y pomelos.
  • Bayas: arándanos, moras, fresas y frambuesas.
  • Té verde y té negro
  • Uvas (y vino tinto en moderación)
  • Cebollas y ajo
  • Chocolate negro

¿Por qué deberías incluirla en tu dieta?

Aunque la vitamina P no es oficialmente reconocida como esencial, su consumo diario a través de alimentos naturales puede ayudarte a mantener un sistema cardiovascular saludable, una piel joven y un organismo más resistente al estrés oxidativo. Además, su efecto sinérgico con la vitamina C hace que ambas potencien mutuamente sus beneficios.

Por eso, una dieta rica en frutas, verduras, infusiones naturales y alimentos sin procesar no solo es recomendable, sino clave para aprovechar al máximo los beneficios de este potente aliado vegetal.