
El cuarto y último episodio de la serie documental Culiacanazo: Herederos del Narco, producida por PAR Producciones para Max Original, presenta una reconstrucción detallada de los conflictos internos en la cúpula del Cártel de Sinaloa. En la última entrega se habla de la caída de Ismael “El Mayo” Zambada, ocurrida el 25 de julio de 2024 en El Paso, Texas.
La docuserie exhibe que al entrega del veterano capo no fue el resultado de una operación oficial ni de algo voluntario, sino una entrega pactada por Los Chapitos como parte de un ajuste de cuentas, sí para salvar a Ovidio Guzmán López, pero también como una venganza para su padre, Joaquín “El Chapo” Guzmán, luego de que Jesús “El Rey” Zambada y Vicente Zambada Niebla, alias “El Vicentillo”, testificaran en el juicio que culminó con su cadena perpetua.
“Si tú ves el juicio, fueron 56 testigos de cargo contra uno de descargo. ¿Eso es defensa?”, cuestiona José Luis González Meza, exabogado de El Chapo, en la serie. “¿A quién le conviene que El Chapo no regrese?”, pregunta.
“Los compadres” que rompieron el pacto de silencio

Durante el juicio en la Corte de Brooklyn, los fiscales estadounidenses sustentaron su acusación contra Guzmán Loera con testimonios clave. “El testimonio de los testigos cooperantes, o “los compadres” como algunos son conocidos, fue esencial para construir el caso”, dijo Gina Parlovecchio, fiscal jefe del juicio.
Ambos cooperaron con las autoridades estadounidenses a cambio de beneficios legales, incluyendo cartas de recomendación judicial, reducción de penas y protección para sus familias. “Me ayudaron a traer a mi familia de México a Estados Unidos por su seguridad”, dijo Jesús Zambada, según documentos judiciales difundidos en su momento por Milenio. También fue retirado de la lista negra del Departamento del Tesoro.
En el documental, la jueza a cargo del caso recuerda que la defensa insistió en desviar la responsabilidad hacia su socio, Zambada García: “Durante el juicio, la estrategia legal fue poner el foco en El Mayo Zambada como el verdadero líder del cártel”, indicó Parlovecchio. “Nosotros siempre mantuvimos que él no era el líder. Era El Mayo Zambada”, afirmó por su parte Mariel Colón, abogada de Guzmán.
Un ajuste de cuentas

Tras el juicio, Estados Unidos incrementó la presión sobre el Cártel de Sinaloa, en particular sobre los hijos de El Chapo, por su participación en la fabricación y tráfico de fentanilo que desató una emergencia de salud pública en el estado vecino. La narrativa sobre quién controla esa operación se convirtió en un eje de disputa.
“Los Chapitos siempre están enfocados en reformular la narrativa para ser los buenos de la historia”, declaró un presunto integrante del cártel en el documental. Según él, intentaron responsabilizar a Zambada de la producción del opioide, cuando ellos son los que buscan el monopolio de dicho mercado.
Por su parte, José Luis González Meza sugirió que fue El Mayo quien traicionó primero: “Si los Chapitos no manejan el fentanilo, ¿quién lo maneja? Pues Zambada, hombre. No dudo que haya puesto el dedo a Ovidio (Guzmán López) para que lo capturara el gobierno mexicano”.
La detención de El Mayo y la versión del secuestro
El 25 de julio de 2024, Ismael “El Mayo” Zambada fue detenido junto a Joaquín Guzmán López en el aeropuerto de El Paso. Según el Departamento de Justicia de Estados Unidos, ambos fueron arrestados al momento de abordar un avión privado.
Pero en una carta difundida por su defensa y reproducida en el documental, Zambada sostuvo otra versión: aseguró haber sido secuestrado y llevado contra su voluntad. “No me entregué. Tampoco tenía ningún acuerdo con ninguno de los dos gobiernos. Fui traído a la fuerza, bajo coacción y sin mi consentimiento”, afirmó.

Según el documento, Guzmán López lo habría citado a una supuesta reunión política en un rancho cercano a Culiacán. “Vi a Joaquín Guzmán López, me hizo una seña para que lo siguiera. Confiando en la naturaleza del encuentro, lo seguí sin dudar. Me condujo a otra habitación, que estaba oscura. Al entrar, fui emboscado”.
Zambada relató haber sido golpeado, amarrado y transportado a una pista clandestina, supuestamente en la zona de Capo Berlín, desde donde fue trasladado en avión a Texas. En el vuelo solo iban él, Joaquín Guzmán López y el piloto.
Un miembro del cártel entrevistado para el documental narró que Zambada llegó confiado, con pocas escoltas, y fue traicionado por alguien cercano. “Chaidez y El Chayo, sus escoltas de siempre, desaparecieron. Lo más seguro es que ya estén muertos”.
El testimonio coincide con la versión del propio Mayo, quien denunció la desaparición de José Rosario Heras López, comandante de la Policía Judicial de Sinaloa, y Rodolfo Chaidez, miembros de su equipo de seguridad. También confirmó la muerte de Héctor Melesio Cuen, ocurrida el mismo día, y pidió a las autoridades transparencia sobre el caso.
El papel de Los Chapitos

En el episodio, diversas voces sostienen que la entrega de El Mayo fue parte de un acuerdo encubierto. “La cooperación del Rey y del Vicentillo sí tuvo que ver con el secuestro del Mayo”, dijo un supuesto integrante del grupo. “Hasta donde sabemos, los Chapitos todavía sentían resentimiento porque quienes testificaron contra su padre fueron los hijos del Mayo”, agregó un periodista local.
Steve Duncan, exagente especial de la DEA, indicó que Guzmán Loera sigue comunicándose con sus hijos desde prisión. “A través de sus abogados, pudieron haber arreglado que esto sucediera”, dijo.
Incluso Jeffrey Lichtman, abogado de Los Chapitos, ha confirmado que existen negociaciones activas. “Hay negociaciones en cada caso, incluso en muchos que terminan en juicio”, declaró. Jesús Bustamante, periodista y testigo de los hechos del “Jueves Negro”, fue tajante: “Es innegable que parte de la negociación incluye que Joaquín Guzmán López entregó a El Mayo Zambada”.
La serie finaliza con una afirmación que resuena en Sinaloa: “Ovidio ya está cantando. Y ahora tiene compañero (su hermano Joaquín). En todo Sinaloa se dice que ambos están cooperando, y Ovidio va a hablar de lo que le pidan”.