Esta es la cárcel mexicana que abrió el primer espacio de maternidad para hijos de las reclusas

El nuevo espacio ya alberga a cuatro niños y está preparado para recibir a cinco mujeres embarazadas

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Decenas de internas del Centro
Decenas de internas del Centro Femenil de Reinserción Social de Santa Martha Acatitla fueron celebradas con motivo del Día de las Madres con una misa auspiciada por Carlos Aguiar Retes, arzobispo primado de México, quien oró por ellas y sus familias. Asimismo, José Ramón Amieva, jefe de gobierno de la capital, arribó posteriormente a las instalaciones. Entre abrazos, sollozos y lágrimas, algunas reclusas pudieron compartir con sus hijos o madres. FOTO: GALO CAÑAS /CUARTOSCURO.COM

En el estado de Nuevo León se inauguró el primer espacio de maternidad en un penal de México, un modelo único en el país, donde las reclusas tendrán la oportunidad de convivir con sus hijos en un ambiente más saludable.

El proyecto, desarrollado en el Centro de Reinserción Social Femenil en Escobedo, tiene como objetivo garantizar un entorno digno y seguro para los menores, alejándolos de los riesgos asociados a la vida en reclusión.

El nuevo espacio, que ya alberga a cuatro niños y está preparado para recibir a cinco mujeres embarazadas, representa un esfuerzo por dignificar las condiciones de vida dentro del sistema penitenciario, señalaron las autoridades estatales.

Jesús Héctor Grijalva Tapia, asesor de políticas penitenciarias del gobierno estatal, explicó que esta iniciativa forma parte de un proceso de reingeniería de los penales en la región, enfocado en mejorar las condiciones de las mujeres privadas de la libertad.

Un entorno diseñado para el desarrollo infantil

El área incluye un espacio lúdico para actividades recreativas, un lugar destinado a la interacción entre madres e hijos, y áreas de trabajo con personal de atención social y desarrollo humano. Además, dispone de dormitorios con capacidad para 14 camas y servicios sanitarios adecuados.

El ambiente fue concebido para ser cálido y acogedor, eliminando elementos como rejas que puedan recordar el entorno carcelario. “Los niños no están privados de la libertad; están acompañando a sus madres durante los primeros años de vida”, afirmó.

La cofundadora de la organización no gubernamental Reinserta, Saska Niño de Rivera, calificó el proyecto como un modelo innovador y profundamente humano.

Según la activista, Nuevo León se convierte en el primer estado del país en contar con un área exclusiva de maternidad separada de la población general del penal. Este enfoque, explicó, prioriza el desarrollo libre de violencia de los menores que viven en el centro penitenciario.

Niño de Rivera subrayó que la creación de este espacio responde a una necesidad urgente y a un pasado doloroso para el estado. Recordó los eventos ocurridos en la extinta cárcel de Topo Chico, considerada en su momento como una de las más peligrosas de América Latina.

La prisión de Topo Chico, clausurada el 1 de octubre de 2019, fue escenario de un motín en febrero de 2016 que dejó un saldo de 49 internos fallecidos.

Durante el enfrentamiento entre miembros del Cártel de Los Zetas y el Cártel del Golfo, más de 40 niños que vivían en el penal estuvieron en peligro, y un menor de dos años perdió la vida. Este trágico episodio marcó un punto de inflexión en la percepción de las condiciones de vida en las cárceles del estado.

“Este espacio nace de una herida que aún duele para Nuevo León”, expresó Niño de Rivera, aludiendo a los riesgos que enfrentaban los menores en el antiguo sistema penitenciario.