
Las várices son venas dilatadas que, además de afectar la apariencia de las piernas, pueden generar malestar físico. Aunque muchas personas buscan soluciones por razones estéticas, las implicaciones médicas son relevantes y no deben subestimarse. Según la Secretaría de Salud de México, estas venas pueden provocar molestias significativas, entre ellas ardor, picazón y sensación de cansancio, afectando la calidad de vida si no se tratan adecuadamente.
Uno de los síntomas más comunes de las varices es la hinchazón en tobillos y pantorrillas, que se presenta con frecuencia tras permanecer largo tiempo en la misma posición. Esta acumulación de líquido puede intensificar el dolor y la incomodidad, generando dificultades para realizar actividades cotidianas. Por eso, es fundamental identificar los factores que empeoran la condición y evitarlos en la medida de lo posible.
Consultar con un especialista es clave para obtener un diagnóstico certero y recibir indicaciones personalizadas sobre el tratamiento. Aunque hay medidas que se pueden implementar desde casa para mejorar la circulación, como elevar las piernas o realizar ejercicios suaves, es importante no automedicarse ni confiar en remedios sin respaldo médico. El seguimiento profesional ayuda a prevenir complicaciones y a mejorar el bienestar general.

¿Tienes varices?, los errores más comunes al tratar con esta condición
Muchas personas que padecen várices adoptan rutinas perjudiciales sin saberlo. De acuerdo con el doctor Rafael Sánchez, especialista en varices y cirugía vascular, el uso de ropa ajustada, por ejemplo, limita el flujo sanguíneo adecuado en las extremidades, lo que agrava los síntomas. Del mismo modo, cruzar las piernas al sentarse o mantener la misma postura durante horas puede parecer inofensivo, pero incrementa la presión en las venas, complicando aún más el problema.
El desconocimiento sobre esta afección lleva a muchos a ignorar señales como la pesadez o los calambres nocturnos. Algunos minimizan los síntomas pensando que son normales por estar mucho tiempo de pie, cuando en realidad son signos de que la circulación ya se está viendo afectada. La automedicación o el uso de remedios sin supervisión médica también son prácticas comunes que pueden tener consecuencias negativas a largo plazo.
A continuación las cosas que no debes hacer si tienes várices:
- Usar tacones altos: aunque los tacones pueden darle un toque estilizado a tu figura, son poco amigables para las personas con várices. Cuando usas tacones, los músculos de tus piernas no trabajan de manera eficiente para ayudar a bombear la sangre hacia arriba, lo que provoca un aumento de la presión en las venas. Si eres fan de los tacones, no tienes que eliminarlos por completo, pero sería ideal reservarlos para ocasiones especiales. Durante tu día a día, opta por zapatos más cómodos que ayuden a mejorar la circulación y alivien la presión en tus piernas.
- Exponerte al calor excesivo: el calor provoca la dilatación de las venas, lo que puede agravar las várices. Aunque un baño caliente o una sauna pueden parecer relajantes después de un día largo, no son recomendables cuando tienes esta condición. Además, pasar demasiado tiempo al sol puede aumentar la presión venosa. Si te encanta el calor, modéralo y, al final de la ducha, prueba alternar con agua fría. Este simple hábito puede mejorar la circulación y aliviar el malestar en tus piernas.

- Levantar objetos muy pesados: realizar esfuerzos intensos, como levantar objetos muy pesados, genera un aumento en la presión de las venas de las piernas. Si vas al gimnasio, es recomendable optar por pesas moderadas y buscar orientación sobre los ejercicios que son más adecuados para tu condición. El ejercicio es importante, pero siempre debe adaptarse a tus necesidades. Evita sobrecargar tu cuerpo y hazlo de forma inteligente para no agravar el problema.
- Fumar: el tabaco es perjudicial para la salud general, pero si sufres de várices, sus efectos negativos son aún más notorios. Fumar deteriora la circulación sanguínea y debilita las paredes de las venas, lo que puede agravar la condición. Si necesitas un motivo adicional para dejar el tabaco, aquí lo tienes: tus várices pueden mejorar al dejar de fumar. Y, por supuesto, también mejorarás tu salud en general.
- No hacer ejercicio: la inactividad física es uno de los mayores enemigos para quienes tienen problemas circulatorios. Si no haces ejercicio, las várices pueden empeorar. No necesitas realizar actividades intensas, pero caminar, nadar o montar en bicicleta son opciones excelentes para activar la circulación y mantener tus piernas saludables. Siempre es recomendable consultar con un especialista sobre qué ejercicios son los más adecuados para tu situación y evitar aquellos que puedan empeorar tus síntomas.
Contrario a lo que muchos piensan, el sedentarismo agrava la insuficiencia venosa. Las actividades moderadas como caminar o nadar son beneficiosas para la circulación, siempre que se realicen bajo la supervisión y consejo de un profesional.