
La Secretaría de Marina (Semar) identificó una serie de irregularidades en los sistemas de transporte marítimo que han permitido el contrabando de millones de litros de combustible en México.
La Unidad de Inteligencia Naval está llevando a cabo una investigación exhaustiva para desmantelar una red que opera en los estados de Tamaulipas, Baja California y Sonora, involucrando a empresas de transporte, agentes aduanales y personal portuario.
Este esquema ilícito ha sido vinculado a la manipulación de sistemas en buques y al tráfico de más de 10 millones de litros de diésel detectados en el puerto de Tampico.
Tres eventos relacionados, mismo Modus Operandi

De acuerdo con información publicada por Multimedios, la Semar confirmó que al menos tres eventos recientes están relacionados con esta red de contrabando.
El primero de ellos ocurrió el 20 de marzo en el puerto de Guaymas, Sonora, donde el buque Torm Agnes descargó más de 2 millones de litros de diésel sin autorización.
Posteriormente, el 27 de marzo, el Ejército mexicano y la Guardia Nacional decomisaron casi 8 millones de litros de combustible ilegal en un predio ubicado en Ensenada, Baja California, operado bajo la razón social “Transportes G Reyes”.
Finalmente, el 29 de marzo, el buque Challenge Procyon fue detectado en el puerto de Tampico, Tamaulipas, con 10 millones de litros de combustible, consolidando las sospechas sobre un esquema organizado de tráfico marítimo.
La investigación de la Marina reveló que esta red de contrabando utiliza métodos sofisticados para evadir los controles aduanales en los puertos marítimos.
Según detalló Multimedios, entre las irregularidades detectadas se encuentra la manipulación de sistemas como las válvulas de los buques, lo que permite alterar las pruebas sistemáticas realizadas a los productos químicos que ingresan al país. Estas prácticas han dificultado la detección temprana del contrabando y han permitido que grandes cantidades de combustible ingresen de manera ilegal.
La Semar señaló que estas actividades no sólo representan un riesgo para la seguridad energética del país, sino que también afectan directamente a la hacienda pública y al desarrollo nacional. Por ello, la institución ha anunciado que desplegará todos los recursos disponibles para garantizar el cumplimiento de la ley y proteger los intereses estratégicos de México.
Identificación de vulnerabilidades de alcance nacional

El puerto de Tampico ha sido identificado como un punto clave en esta red de contrabando, debido al volumen de combustible detectado en el buque Challenge Procyon. Sin embargo, los eventos en Guaymas y Ensenada demuestran que esta problemática afecta múltiples regiones del país.
La Unidad de Inteligencia Naval está trabajando en una revisión integral de los puertos marítimos para identificar posibles vulnerabilidades en los sistemas de control y prevenir futuros casos de contrabando.
La Semar ha reiterado su compromiso de actuar con firmeza para desmantelar esta red y garantizar la transparencia en las operaciones portuarias. Además, se espera que las investigaciones en curso permitan identificar a los responsables directos, incluyendo a las empresas de transporte y agentes aduanales involucrados en estas actividades ilícitas.
El tráfico ilegal de combustibles no es un fenómeno nuevo en México, pero los recientes decomisos y la magnitud de los volúmenes involucrados han puesto en evidencia la necesidad de reforzar los controles en los puertos marítimos. Según consignó Multimedios, la Semar está trabajando en coordinación con otras instituciones, como el Ejército mexicano y la Guardia Nacional para combatir este problema de manera integral.
La detección de más de 20 millones de litros de combustible en menos de dos semanas subraya la escala de esta red de contrabando y su impacto en la economía nacional. Las autoridades han señalado que continuarán con las investigaciones para desarticular por completo esta organización y garantizar que los puertos de México operen bajo los más altos estándares de seguridad y legalidad.
Aunque las investigaciones aún están en desarrollo, los hallazgos preliminares de la han permitido a la Unidad de Inteligencia Naval identificar patrones claros en el modus operandi de esta red de contrabando. La manipulación de sistemas portuarios y la participación de actores clave en los procesos de transporte y aduanas son elementos centrales en este esquema ilícito.