
Luego que la reforma constitucional para reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales se estancó en el Congreso, el Partido del Trabajo en la Cámara de Diputados presentó una nueva iniciativa para cambiar de forma directa la Ley Federal del Trabajo y establecer que el máximo de horas laborales sea de siete al día, durante seis días.
De esta forma, los trabajadores que no cuenten con dos días de descanso tendrán una reducción de horas a 42, muy similar a lo que se planteaba con la iniciativa anterior.
Esta iniciativa fue presentada por José Alberto Benavides Castañeda, diputado federal del Partido del Trabajo (PT), quien propone una reforma directa a la Ley Federal del Trabajo, evitando así la necesidad de modificar la Constitución.
En lugar de modificar la Constitución para garantizar dos días de descanso por cada cinco de trabajo, la propuesta de Benavides Castañeda opta por una reforma secundaria que podría implementarse de manera más ágil.

El legislador federal destacó que, de ser aprobada, la reforma otorgaría a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) un plazo de 360 días naturales para implementar la medida de manera gradual.
Durante este periodo, la STPS coordinaría los trabajos con empresarios, sindicatos y otros actores clave del ámbito laboral para garantizar una transición ordenada.
Una alternativa a la semana laboral de 40 horas
De acuerdo con el documento presentado en la Cámara de Diputados, la propuesta establece que el límite de siete horas diarias aplicaría a todos los turnos laborales, ya sea diurno, nocturno o mixto.
En este sentido, la jornada diurna abarcaría de las 7:00 a las 20:00 horas, mientras que la nocturna se extendería de las 20:00 a las 7:00 horas. Por su parte, la jornada mixta combinaría ambos horarios, pero sin exceder tres horas y media en el turno nocturno.

De acuerdo con el PT, esta iniciativa se presenta como una alternativa al debate en curso sobre la reducción de la semana laboral a 40 horas, que ha sido objeto de discusión en los últimos dos años.
Benavides Castañeda reconoció que la reducción de la jornada laboral no está exenta de desafíos, ya que podría implicar costos adicionales para las empresas debido a la disminución de horas sin pérdida salarial.
Según el diputado, “la reducción de jornada no es un tema fácil porque, dependiendo el rol del trabajador dentro de la empresa, puede conllevar costos por la reducción de horas sin pérdida salarial. Podría generar variaciones en costos operativos. Por eso es prudente realizar la reforma por medio de la Ley secundaria para continuar el proceso legislativo lo más pronto posible”.
A diferencia de otras propuestas recientes que contemplaban plazos diferenciados según el tamaño de las empresas o fases piloto, esta iniciativa establece un único calendario nacional de adaptación. Esto, según el legislador, busca simplificar el proceso y evitar complicaciones adicionales.