
La avena es un cereal reconocido mundialmente por sus enormes beneficios para la salud debido a que es considerada como un superalimento rico en nutrientes.
Sin embargo, como suele ocurrir con muchos alimentos, tener una mala manipulación de este ingrediente puede llegar a afectar sus nutrientes y, por lo tanto, los beneficios que aporta.
Y aunque existen diversos factores que pueden provocar este efecto, existe uno en especial que suele ser ignorado por quienes consumen avena de manera regular, lo cual puede estar afectando el valor nutricional de este cereal.
Nos referimos a la acción de remojar la avena antes de comerla, lo cual es algo que pocas personas realizan y que puede hacer que no estemos obteniendo todo el potencial que tiene este cereal. Aquí te contamos por qué es mejor remojarla y qué beneficios puedes obtener al hacerlo.

Este es el “peor” error que se suele cometer al consumir la avena
No remojar la avena antes de consumirla puede afectar tanto su digestión como la absorción de nutrientes clave. La avena, como otros cereales integrales, contiene ácido fítico, un compuesto que actúa como inhibidor de enzimas y puede dificultar la absorción de minerales esenciales como hierro, zinc y calcio en el intestino.
Este fenómeno, conocido como “efecto antinutriente”, se reduce al remojar la avena, ya que el agua activa una enzima llamada fitasa que descompone el ácido fítico.
Además, remojar la avena ayuda a suavizarla, lo que facilita su digestión y disminuye la posibilidad de molestias gastrointestinales, especialmente en personas sensibles a las fibras solubles presentes en el alimento. También puede mejorar la textura y el sabor de la avena, haciéndola más agradable al paladar.
Este proceso, que generalmente toma entre 6 y 8 horas, puede hacerse en agua o leche, con la posibilidad de añadir un ácido suave como el jugo de limón o el yogur, lo que puede potenciar aún más la descomposición del ácido fítico. Por lo tanto, aunque no remojar la avena no elimina sus propiedades por completo, hacerlo maximiza sus beneficios nutricionales y digestivos.

Cuáles son los otros errores que se cometen al comer avena y que afectan sus propiedades
- Consumir avena instantánea con azúcares añadidos: Muchas variedades industriales contienen azúcar, saborizantes artificiales y conservantes que disminuyen sus beneficios nutricionales.
- Agregar demasiados ingredientes calóricos: Endulzar en exceso o añadir ingredientes como miel, jarabes o mantequillas excesivamente calóricas puede convertir un alimento saludable en uno denso en calorías poco equilibradas.
- Sin equilibrio de proteínas: Consumir solo avena como desayuno sin combinarla con fuentes de proteína, como yogur natural o frutos secos, puede hacer que el plato no sea lo suficientemente saciante.
- Cocción prolongada: Cocinar la avena por mucho tiempo puede hacer que pierda parte de su textura, sabor y nutrientes sensibles al calor.
- Uso excesivo de toppings procesados: Utilizar coberturas como cereales procesados o chocolates industriales perjudica el balance nutricional original de la avena.
Para maximizar sus beneficios, se recomienda optar por avena natural, combinarla con alimentos ricos en nutrientes y moderar los añadidos.