
Mucho se habla de la importancia de minerales como el calcio o el magnesio y como sus deficiencias pueden impactar de manera negativa a la salud; sin embargo, existe un mineral del que poco se habla a pesar de su relevancia en diferentes funciones del organismo.
Nos referimos al yodo, el cual es un elemento químico esencial para el organismo. Se trata de un micronutriente que desempeña un papel fundamental en la síntesis de las hormonas tiroideas, como la tiroxina (T4) y la triyodotironina (T3), que regulan el metabolismo, el crecimiento y el desarrollo.
Además de lo antes mencionado, el yodo interviene en una importante función que pocos asocian con este mineral, es decir, las funciones intestinales. Es así que la deficiencia de yodo podría causar malestares estomacales, tal como te contamos a continuación.

Por qué el yodo es esencial para la digestión
El yodo es esencial para la digestión debido a su papel en la producción de hormonas tiroideas, que regulan funciones metabólicas clave en el organismo, incluidas las relacionadas con el sistema digestivo. Las principales razones son:
- Regulación del metabolismo basal: Las hormonas tiroideas producidas con la ayuda del yodo (tiroxina o T4 y triyodotironina o T3) regulan el metabolismo energético. Esto incluye la eficiencia con la que el cuerpo procesa los nutrientes obtenidos de los alimentos.
- Estímulo del sistema digestivo: Estas hormonas contribuyen a la actividad de los músculos lisos del tracto gastrointestinal, promoviendo movimientos peristálticos normales que facilitan el tránsito de los alimentos.
- Producción de enzimas digestivas: El metabolismo regulado por las hormonas tiroideas afecta la producción de enzimas en el estómago, el hígado y el páncreas. Estas enzimas son fundamentales para descomponer carbohidratos, grasas y proteínas durante la digestión.
- Absorción de nutrientes: El yodo, al influir en la función tiroidea, también favorece procesos relacionados con la absorción de micronutrientes esenciales en el intestino.
Una deficiencia de yodo puede llevar a problemas tiroideos como el hipotiroidismo, lo que podría ralentizar el metabolismo y dificultar una adecuada digestión, causando síntomas como estreñimiento, hinchazón y sensación de pesadez. Por ello, es fundamental obtener yodo a través de la dieta, principalmente en alimentos como pescado, mariscos, productos lácteos y sal yodada.

Cómo prevenir las deficiencias de yodo
La prevención de las deficiencias de yodo es fundamental para mantener el correcto funcionamiento de la glándula tiroides y el metabolismo en general. A continuación, se enumeran las principales estrategias para evitar esta carencia:
- Consumo de sal yodada: Incorporar sal yodada en la dieta es una de las maneras más efectivas y accesibles de prevenir la deficiencia de yodo. Verifica en las etiquetas que la sal consumida contenga yodo añadido.
- Incluir alimentos ricos en yodo: Consumir regularmente alimentos que sean buenas fuentes naturales de yodo, como:
Pescados y mariscos (bacalao, atún, camarones)
Lácteos (leche, yogur, queso)
Huevos
Algas marinas (como el nori o el wakame) - Control en poblaciones de riesgo: Mujeres embarazadas, lactantes, niños y personas que no consumen suficiente yodo en la dieta están más expuestas a esta deficiencia. En ciertos casos, pueden requerir suplementos bajo supervisión médica.
- Evitar el exceso de bociógenos: Alimentos como la soya, el brócoli, la coliflor o las espinacas pueden interferir en la absorción de yodo si se consumen en grandes cantidades y sin una dieta equilibrada. Es importante cocinarlos adecuadamente y consumirlos con moderación en una dieta rica en yodo.
- Evaluación médica: En personas con dietas restrictivas, como veganos o aquellos que limitan el consumo de sal, es recomendable consultar con un médico o nutricionista para evaluar los niveles de yodo y considerar la necesidad de suplementación.
- Fortificación alimentaria: En áreas donde la deficiencia de yodo es común, los gobiernos suelen implementar programas de fortificación de alimentos, como la sal yodada. Es importante optar por productos que cumplan con estas regulaciones.
Asegurar un consumo adecuado de yodo contribuye a la prevención de trastornos como el bocio, el hipotiroidismo y problemas en el desarrollo cognitivo, especialmente en niños.