
La avena es un cereal integral que es ampliamente apreciado por su elevado valor nutricional y versatilidad en la alimentación.
Rica en nutrientes esenciales, es una fuente importante de carbohidratos complejos, proteínas, fibra dietética, vitaminas y minerales y aunque tiene múltiples beneficios para la salud uno de los que más se le atribuye es su propiedad de ayudar a reducir el colesterol.
Y es que la avena ayuda a reducir el colesterol gracias a su alto contenido de betaglucanos, un tipo de fibra soluble que tiene un efecto beneficioso sobre la salud cardiovascular. Este compuesto actúa formando un gel en el intestino, que atrapa parte del colesterol y los ácidos biliares, evitando su reabsorción en el sistema digestivo.
Como resultado, el cuerpo utiliza más colesterol para producir nuevos ácidos biliares, reduciendo así los niveles de colesterol LDL (conocido como “colesterol malo”) en la sangre. Además, los betaglucanos favorecen el equilibrio del microbioma intestinal, lo que también puede contribuir indirectamente a la regulación de los lípidos en el organismo.
Se estima que el consumo diario de al menos 3 gramos de betaglucanos (equivalentes a aproximadamente una taza de avena cocida) puede reducir los niveles de colesterol total entre un 5% y 10%;sin embargo, quizá pueda existir la duda de cuál es la presentación más favorecedora para lograr este objetivo, de lo cual te contamos a continuación.

Cruda o cocida: cuál es la mejor manera de comer avena para reducir el colesterol
Como mencionamos, la avena es un alimento ampliamente reconocido por sus beneficios para la salud, especialmente en la reducción del colesterol. Sin embargo, la forma en que se consume puede influir en sus efectos.
- Avena cocida: Al cocinarla, los betaglucanos se hidratan y forman una textura espesa, lo que puede optimizar su capacidad para atrapar el colesterol y eliminarlo del cuerpo. Además, es más fácil de digerir y resulta adecuada para quienes tienen problemas estomacales.
- Avena cruda: También conserva su contenido de betaglucanos, pero es importante consumir la avena cruda con líquidos, como agua o leche, para facilitar su digestión. En esta forma, puede ser útil en batidos o como complemento en yogur.
Ambas formas son efectivas, pero cocinarla podría mejorar ligeramente su biodisponibilidad y facilitar su función en la reducción del colesterol.
Para obtener el mayor beneficio, se recomienda consumir de 3 a 5 gramos de betaglucanos diarios, lo que equivale aproximadamente a media taza de avena cocida.
Es importante complementar el consumo de avena con una dieta balanceada y hábitos saludables.