¿Las incapacidades afectan mi jubilación del IMSS?, esto dice la ley

Aunque las semanas cotizadas se conservan, el tipo de incapacidad y las aportaciones son determinantes para definir la cantidad final acumulada

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Un empleado mexicano necesita mil
Un empleado mexicano necesita mil 250 semanas cotizadas para acceder a una pensión bajo la Ley de 1997 del IMSS. (ShutterStock)

La desinformación sobre el sistema de seguridad social en México continúa siendo un problema significativo dentro del sector laboral, especialmente en lo que respecta a las incapacidades y su impacto en la jubilación, pues muchas personas desconocen cómo éstas influyen en sus derechos a una pensión, lo que genera incertidumbre y ansiedad entre los asegurados y en quienes no están afiliados al sistema, dificultando la toma de decisiones informadas sobre su futuro económico y laboral.

De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), “una incapacidad laboral es una situación en la que un trabajador no puede realizar sus funciones laborales debido a una enfermedad o accidente”. En estos casos, el IMSS cubre el 100% o un porcentaje del salario base de cotización desde el primer día de incapacidad, asegurando que el trabajador reciba una suma económica durante este tiempo.

Asimismo, el Comité Nacional Mixto de Protección al Salario detalla que los trabajadores con incapacidad laboral tienen derecho a una serie de beneficios que buscan garantizar su bienestar durante el periodo en que no pueden desempeñar sus actividades, entre ellos la asistencia médica y quirúrgica, rehabilitación, hospitalización, medicamentos y material de curación, prótesis e indemnizaciones, los cuales son servicios son fundamentales para asegurar que puedan recuperarse de manera adecuada y, en muchos casos, reincorporarse a sus actividades laborales.

En qué consiste una incapacidad temporal de trabajo

Los riesgos laborales clasifican accidentes
Los riesgos laborales clasifican accidentes dentro y fuera de trabajo, pero aseguran beneficios vitalicios proporcionales. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Como ya se mencionó, la Incapacidad Temporal para el Trabajo (ITT) es definida por el Artículo 137 del Reglamento de Prestaciones Médicas del IMSS como la pérdida de facultades o aptitudes físicas o mentales que impiden al asegurado desempeñar su actividad laboral habitual por un tiempo determinado. Según el IMSS, este tipo de incapacidad protege a los trabajadores asegurados para que no pierdan su empleo y puedan recibir un subsidio económico provisional.

El monto y las condiciones de este subsidio dependen del ramo de seguro y del cumplimiento de los requisitos establecidos en la Ley del Seguro Social, además, la ITT puede ser prescrita en casos de riesgos laborales, enfermedades generales o accidentes no profesionales que imposibiliten temporalmente al trabajador.

Según lo detallado por la institución, el médico tratante del IMSS es el encargado de determinar los días de incapacidad necesarios para la recuperación del trabajador, definido después de un proceso que incluye una evaluación integral en el que se considera el daño a la salud que originó la incapacidad además de otras enfermedades que el paciente pueda tener, la funcionalidad del paciente en relación con su puesto de trabajo y actividades específicas y factores como la ocupación del trabajador, las tareas que realiza, las actividades físicas y mentales requeridas, así como las condiciones psicofísicas y sociales del entorno laboral.

Una vez hecho esto, el certificado de incapacidad inicial, emitido por el médico o estomatólogo del IMSS, establece el tiempo estimado de recuperación tomando en cuenta aspectos como la gravedad de la enfermedad, el tipo de tratamiento, la edad del trabajador, posibles comorbilidades y las exigencias del puesto laboral. Finalmente, es importante que el trabajador que recibe una incapacidad entregue al contratante una copia del documento que valida este beneficio para permitirle estar informado sobre la situación del empleado y cumplir con las disposiciones legales correspondientes.

Cuáles son las incapacidades laborales y cómo afectan a la jubilación

Las trabajadoras embarazadas pueden recibir
Las trabajadoras embarazadas pueden recibir hasta 100 % del salario base durante el descanso maternal.

Son tres las incapacidades que contempla la Ley Federal del Trabajo (LFT) y el Comité Nacional Mixto de Protección al Salario: riesgo de trabajo, enfermedad general y maternidad, cada una con derechos específicos para los trabajadores, así como beneficios económicos y de seguridad social.

El concepto de “riesgo de trabajo” abarca tanto accidentes como enfermedades que se derivan directamente de las actividades laborales o del entorno en el que estas se desarrollan, según la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo (PROFEDET), los riesgos de trabajo se clasifican en tres categorías principales:

  • Enfermedad de trabajo: se refiere a aquellas enfermedades que un trabajador desarrolla como consecuencia de su exposición continua a condiciones específicas en su lugar de trabajo.
  • Accidente de trabajo: incluye cualquier daño físico o mental que un trabajador sufra mientras realiza sus actividades laborales, ya sea con efectos inmediatos o manifestarse con el tiempo. Además, se considera accidente de trabajo la desaparición de un trabajador si esta ocurre durante el desempeño de sus funciones y está relacionada con un acto delictivo.
  • Accidente de trayecto: ocurre cuando un trabajador sufre una afectación física o mental durante el traslado entre su hogar y su lugar de trabajo, o viceversa. Al igual que en los accidentes de trabajo, la desaparición de un trabajador en estas circunstancias también se clasifica como accidente de trayecto si está vinculada a un acto delictivo.

En caso de sufrir un riesgo de trabajo, los trabajadores tienen derecho a diversos beneficios, según lo estipulado por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Estos incluyen el pago de incapacidades, indemnizaciones globales y pensiones por incapacidad permanente parcial o total.

En el caso del pago de incapacidades se cubre el salario del trabajador durante los días en que no pueda desempeñar sus funciones debido a la incapacidad; cuando se trata de una indemnización global, se otorga como un pago único a aquellos trabajadores cuya capacidad laboral se haya reducido entre un 1% y un 25%, según la evaluación del IMSS; una incapacidad permanente parcial aplica cuando un trabajador sufre una disminución funcional que le impide realizar ciertas actividades, aunque puede desempeñar otras funciones, dependiendo del grado de afectación, el trabajador puede recibir una pensión o una indemnización global; finalmente, la incapacidad permanente total se refiere a la pérdida total y definitiva de la capacidad física o mental del trabajador, lo que le imposibilita continuar trabajando, en estos casos, el IMSS otorga una pensión.

De acuerdo con la información proporcionada por el IMSS, esta incapacidad no afecta la jubilación, pues las semanas cotizadas continúan acumulándose, ya que el trabajador sigue siendo considerado asegurado en el IMSS durante el tiempo que dure la incapacidad, por lo tanto, las semanas cotizadas durante una incapacidad por riesgo de trabajo se suman al total de semanas necesarias para la pensión.

En el caso de la incapacidad por enfermedad general, el subsidio que recibe el trabajador equivale al 60% de su salario. Aunque las semanas cotizadas continúan acumulándose, la cifra de las aportaciones al AFORE será menor debido a la reducción en el ingreso, lo que sí podría impactar el monto final de la pensión, aunque no afecta el acceso a la misma.

Por otro lado, las trabajadoras embarazadas que estén aseguradas tienen derecho a un descanso y a un subsidio económico durante el embarazo y el puerperio. Según el IMSS, este subsidio equivale al 100% del último salario diario de cotización durante los primeros días de incapacidad, mientras que en los días posteriores puede reducirse al 60%, dependiendo de lo estipulado en el certificado de incapacidad.

Al igual que en los casos anteriores, las semanas cotizadas durante la incapacidad por maternidad se suman al total requerido para la jubilación, lo que asegura que las trabajadoras no pierdan este beneficio, sin embargo, como sucede con la enfermedad general, podría repercutir en la cifra.

¿No estar asegurado afecta la jubilación?

Al no realizar aportaciones, el
Al no realizar aportaciones, el trabajador pierde semanas cotizadas, acceso a subsidios económicos y cobertura en su cuenta AFORE.

No estar asegurado en el IMSS, ISSSTE o algún sistema privado de seguridad social, así como no cotizar, afecta directamente el acceso a la jubilación, pues en el sistema de pensiones en México, ya sea en el IMSS o en una Afore, la acumulación de semanas cotizadas es indispensable.

Sin aseguramiento, no se generan semanas cotizadas, lo que imposibilita alcanzar el requisito mínimo, como las mil 250 semanas necesarias bajo el régimen de la Ley de 1997 del IMSS. Tampoco se contempla el acceso a pensiones por incapacidad en caso de enfermedad o accidente, ni subsidios por incapacidad temporal o permanente, al no formar parte de un sistema de protección social.

Por otro lado, sin aseguramiento no se realizan aportaciones obligatorias a la cuenta individual en la Afore, que representan el 6.5% del salario base, afectando tanto el ahorro como el monto final destinado para la pensión.