
Las campañas para la Elección Judicial iniciaron el pasado 30 de marzo, pero no todas las candidaturas lograron el inicio del ejercicio. Entre los casos más controversiales se encuentra el de la magistrada en funciones, Cecilia Armengol, quien fue eliminada de la contienda por el Instituto Nacional Electoral (INE) sin recibir notificación formal ni explicación, de acuerdo con información de la asociación civil Yo También.
Armengol, con 18 años de carrera judicial y actual magistrada, buscaba recuperar su cargo mediante el voto ciudadano tras haber superado todas las fases del proceso, incluidas las evaluaciones y la tómbola. Sin embargo, la decisión del INE la deja en una situación de indefensión: al haber aceptado participar en la elección, perdió su derecho a indemnización por despido, pero al ser excluida de la contienda, tampoco podrá competir para recuperar su plaza.
Contexto personal
El caso de Cecilia Armengol es especialmente complejo debido a su contexto personal. Es madre independiente, tiene tres hijos, uno de ellos con Trastorno del Espectro Autista (TEA), por lo que destina gran parte de sus ingresos a su red de apoyos, educación y terapias. En octubre de 2024, cuando el Senado determinó qué magistraturas irían a elección, no se consideró su condición como cuidadora.
No obstante, el Consejo de la Judicatura Federal (CJF) sí protegió a un grupo de juezas en “condición de maternidad”, excluyéndolas del proceso electoral hasta 2027. Sin embargo, esta categoría sólo aplicó a quienes estaban en etapa de embarazo o lactancia de hijos menores de dos años, dejando fuera a mujeres con otras responsabilidades de cuidado.
Ante esto, Armengol notificó su situación al Senado y presentó una demanda ante el Tribunal Electoral para ser considerada en igualdad de condiciones. No obstante, la respuesta fue negativa con el argumento de que las acciones afirmativas no son obligatorias.
Exclusión injustificada y fallas en el proceso
El Poder Judicial también rechazó su candidatura al considerar que “no pudo probar sus años de experiencia”, a pesar de ser una magistrada en funciones y estar en nómina. Tras un segundo recurso ante el Tribunal Electoral, este nuevamente falló en su contra, afirmando que su exclusión se debía a la falta de documentación y no a su condición de género o cuidadora.
Finalmente, tras haber superado los filtros de evaluación y aparecer en las listas preliminares como candidata, su nombre desapareció de la lista definitiva del INE el 21 de marzo, sin explicaciones.
Sin respuesta del INE
Tras su exclusión, la magistrada intentó comunicarse con el INE para conocer los motivos de su eliminación, sin éxito. Ahora, se prepara para solicitar su derecho de petición, esperando una respuesta oficial.
“Caí redondita entrando al procedimiento electoral (...); si hubiera sabido que esto pasaría, habría declinado desde octubre”, confesó a Yo También A.C.