
Si eres conductor en la Ciudad de México, seguramente alguna vez te has enfrentado a una multa de tránsito. Ya sea por exceso de velocidad, estacionarte en lugar prohibido, no respetar señales viales o incluso por el mal estado de tu vehículo, las multas son una parte común de la experiencia en las calles de la ciudad. Sin embargo, aunque en un principio puedan parecer algo trivial, ignorarlas o dejarlas sin pagar puede tener consecuencias mucho más serias de lo que imaginas.
Las multas de tránsito suelen verse como una carga temporal: una multa que puedes pagar en el momento que lo desees o, incluso, algo que puedes olvidar y dejar para más tarde. Esta actitud puede llevar a una acumulación de infracciones, lo que, a corto y largo plazo, genera repercusiones.
Recargos y deuda creciente
Una de las principales consecuencias de no pagar tus multas a tiempo es que el monto original comienza a aumentar con el tiempo. Esto ocurre debido a que las multas de tránsito en CDMX se calculan con base en la Unidad de Medida y Actualización (UMA), un valor que se ajusta anualmente. Si no pagas tus multas antes de la actualización de la UMA, el costo de tus infracciones podría incrementar, generando recargos e intereses adicionales.
Restricciones en trámites vehiculares
Si tienes varias multas pendientes, no podrás realizar algunos trámites vehiculares esenciales, como la renovación de la licencia de conducir, el cambio de placas o la baja de tu vehículo. Esto puede generar grandes inconvenientes si necesitas hacer alguno de estos trámites para regularizar tu situación o continuar con otros procedimientos administrativos.

Imposibilidad de verificar tu vehículo
Las multas impagas también te pueden impedir obtener el holograma necesario para la verificación vehicular. La verificación es un requisito indispensable para poder circular en ciertas zonas de la ciudad, especialmente aquellas que aplican restricciones de tránsito por niveles de contaminación. Sin este holograma, podrías enfrentar sanciones adicionales o incluso la imposibilidad de transitar por algunas áreas.
Embargo del vehículo
En los casos más graves, si no has liquidado tus multas y el monto acumulado sigue sin saldarse, las autoridades pueden proceder al embargo de tu vehículo. Esto significa que, en caso de ser detenido en un punto de verificación o durante un operativo, tu coche podría ser llevado al corralón, lo que no solo generará gastos adicionales sino que también podría causar problemas logísticos y administrativos.
Sanciones legales adicionales
Si el tiempo pasa y las multas siguen sin pagarse, podrías enfrentarte a procesos administrativos o legales. Dependiendo de la cantidad de multas acumuladas y la duración del incumplimiento, las autoridades pueden tomar acciones legales para asegurarse de que saldes tu deuda. Esto podría incluir la imposición de multas mayores o el inicio de procedimientos judiciales.

¿Cómo evitar estos problemas?
Lo más recomendable es pagar tus multas lo antes posible para evitar que se acumulen recargos e intereses. En algunos casos, si pagas las infracciones dentro de un plazo determinado tras recibirlas, puedes obtener descuentos en el monto total de la multa. Además, si tienes varias multas acumuladas, es recomendable regularizar tu situación cuanto antes para evitar mayores complicaciones.
No pagar las multas de tránsito en la Ciudad de México no solo afecta tu bolsillo, sino que también puede generar complicaciones legales y administrativas graves. Para evitar estos problemas, es fundamental estar al tanto de tus infracciones y, de ser posible, liquidarlas antes de que los recargos aumenten.