La madrugada de este viernes se confirmó el fallecimiento del empresario mexicano Olegario Vázquez Raña a la edad de 89 años. Su deceso deja un enorme legado en múltiples sectores, incluyendo los medios de comunicación, la salud y el deporte en México.
Nacido el 10 de diciembre de 1935 en la Ciudad de México, Vázquez Raña se consolidó como una de las figuras más influyentes en el ámbito empresarial del país.
De joven, compitió en tiro y tenis, pero destacó en el primero, compitiendo en los Juegos Olímpicos en cuatro ocasiones entre 1964 y 1976, siempre como tirador de rifle.
Esto fue la base para influir también al mundo del deporte. A lo largo de su vida, desempeñó cargos importantes en el Comité Olímpico Internacional (COI) y fue Vicepresidente de la Confederación Deportiva Mexicana de 1983 a 1992, miembro del Comité Olímpico Mexicano desde 1969 y presidente durante mucho tiempo de la Federación Internacional de Tiro Deportivo (desde 1980 a la fecha), dejando una huella profunda en el desarrollo del deporte en el país.
Olegario Vázquez Raña estaba casado con María de los Ángeles Aldir, con quien tuvo tres hijos: María de los Ángeles, Mónica y Olegario. Su familia ha seguido su ejemplo en la dirección de sus empresas, asegurando la continuidad del legado que construyó con esfuerzo y dedicación.
Carrera empresarial
Durante su carrera, construyó un imperio a través del Grupo Empresarial Ángeles, el cual agrupa importantes negocios en diversos sectores, incluyendo hospitales, medios de comunicación y el sector hotelero.
En el ámbito de la comunicación, Olegario Vázquez fue una figura clave en la expansión y consolidación de Grupo Imagen, empresa que actualmente dirige su hijo Olegario Vázquez Aldir.
Grupo Imagen ha sido un pilar en la transformación del periodismo y la televisión en México, con medios reconocidos como Excélsior, Imagen Televisión y Radio Imagen.
En el sector salud, su visión empresarial lo llevó a crear y expandir Grupo Ángeles Servicios de Salud, una de las redes hospitalarias privadas más importantes del país.
Con la fundación de hospitales de alta especialidad, contribuyó significativamente a la mejora de la infraestructura médica en México.
Su fallecimiento marca el fin de una era para el empresariado mexicano, pero su influencia perdurará a través de las instituciones y proyectos que fundó. Sin duda, su visión y liderazgo dejaron una huella imborrable en México.
