Más allá del costurero: ¿Para qué sirve la lata de las galletas danesas?

El icónico empaque de las galletas, comúnmente usado para guardar hilos, tiene secretos de utilidad que pocos conocen. Descubre cómo darle una segunda vida a esta lata de forma creativa

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Una vez vacías, las latas
Una vez vacías, las latas de galletas danesas pueden tener una segunda vida como costureros, organizadores o incluso como parte de creativos proyectos de reciclaje. (Imagen Ilustrativa Infobae)

En 1810, Peter Durand patentó en Inglaterra el uso de recipientes de hojalata para conservar alimentos, basándose en el método de esterilización desarrollado por Nicolas Appert en 1809, lo que marcó un hito en la industria del envasado. Este avance permitió una mejor preservación de los productos y abrió la puerta a la creación de envases más prácticos y duraderos.

De acuerdo con el sitio web especializado en empaquetamiento MundoLatas, el envase metálico comenzó a fabricarse en Inglaterra, al sur de Gales, a principios del siglo XVIII. Las principales aportaciones fueron la laminación mecánica del acero y el decapado, lo que facilitó la producción en masa. Posteriormente, este proceso se extendió por Europa, empleando la inmersión de láminas de acero en baños de estaño fundido, lo que dio lugar a la hojalata “coke” o de “inmersión en caliente”.

En 1966, las galletas danesas empezaron a salir del horno en el pueblo danés de Helsingør. La panadería, conocida por su dedicación a la repostería tradicional danesa, dio vida a las galletas Royal Dansk. En honor a su origen, estas galletas recibieron el nombre de “Royal Dansk”, donde “Dansk” significa danés. Su sabor crujiente y mantecoso pronto conquistó paladares de todo el mundo.

Para mantener su frescura, las galletas se envasaron en una distintiva lata azul que representa la antigua granja danesa “Hjemstavnsgaard” de la isla de Fionia. Esta lata resellable y reutilizable rápidamente se convirtió en un ícono de la marca Royal Dansk. Con el paso del tiempo, el envase, inicialmente diseñado para conservar galletas, encontró una nueva vida entre costureros y costureras, quienes lo usaron para guardar hilos y agujas, popularizando el reciclaje de la lata.

Hoy en día, existen diversas maneras de reutilizar el emblemático empaque azul de las galletas de mantequilla. Además de su uso tradicional en la costura, se ha convertido en un creativo organizador de frutas y verduras, un proyecto fácil de hacer con materiales que probablemente ya tienes en casa. De esta manera, las latas de galletas danesas siguen siendo útiles y relevantes, no solo por su contenido delicioso, sino también por su versatilidad en el hogar.

Con un poco de pintura
Con un poco de pintura y creatividad, puedes transformar las latas de galletas danesas en un práctico organizador para frutas y verduras, ideal para darle un toque único a tu cocina. (Tiktok @allisonfrazier19634)

¿Cómo reutilizar el empaque de galletas danesas?

Según la cuenta de TikTok @allisonfrazier19634, puedes transformar tres latas de galletas danesas en un práctico organizador para frutas y verduras con unos pocos materiales y pasos sencillos.

Materiales

  • 3 latas de galletas danesas vacías
  • Pintura acrílica del color de tu preferencia
  • Brocha o pincel
  • 1 palo de madera (puede ser el de una escoba en desuso)
  • Pegamento multiusos fuerte o alambre resistente
Las clásicas galletas danesas de
Las clásicas galletas danesas de mantequilla, con su icónica lata azul, han sido un símbolo de calidad y tradición desde hace décadas, conquistando hogares en todo el mundo.

Procedimiento

  • Preparar las latas: lava y seca bien las latas para eliminar residuos de grasa o polvo.
  • Pintar: aplica la pintura acrílica en la parte exterior de las latas con una brocha o pincel. Deja secar completamente antes de continuar.
  • Cortar el palo de madera: divide el palo de escoba en dos trozos de igual tamaño. Estos servirán como soporte para la estantería.
  • Fijar las latas:
    • Opción con pegamento: aplica pegamento multiusos en los extremos del palo y pégalo en el interior de las latas, asegurando que queden bien alineadas.
    • Opción con alambre: perfora pequeños agujeros en los lados de las latas y pasa el alambre alrededor del palo para fijarlas.
  • Dejar secar y usar: una vez que el pegamento haya secado o el alambre esté bien ajustado, coloca tu nuevo organizador en la cocina y úsalo para almacenar frutas, verduras o especias. Este proyecto es una excelente forma de reutilizar materiales y darle un toque decorativo a tu cocina.