
El músico Paco Ayala, integrante de la banda mexicana de rock Molotov, ha revelado detalles alarmantes sobre las condiciones en las que su padre, Francisco Ayala Roldán, pasó sus últimos meses de vida en un asilo ubicado al sur de la Ciudad de México.
Según informó el programa Ventaneando, el padre del bajista falleció en 2022 tras haber sido víctima de malos tratos y cuidados deficientes en el establecimiento conocido como “Soy Abuelo”, ubicado en la calle de Lluvia, en la exclusiva colonia Jardines del Pedregal, en CDMX.
Esta denuncia cobra mayor relevancia debido a que el mismo lugar alberga actualmente al padre de los cantantes Federica y Apio Quijano, integrantes de la agrupación Kabah, quienes también han enfrentado problemas con la institución.
De acuerdo con lo relatado por Ayala, su padre estuvo internado durante un año en este asilo, donde las condiciones de atención resultaron ser muy diferentes a lo que inicialmente se prometió.

El músico explicó que las instalaciones aparentaban ser adecuadas, pero en realidad el personal era insuficiente y carecía de la capacitación necesaria para atender a los residentes.
Además, señaló que los alimentos eran escasos y que los familiares debían proporcionar productos de higiene que se agotaban rápidamente, lo que generaba gastos adicionales.
“No era el mejor en sanidad, los alimentos de repente no hay y cenan lo que sea. Te piden una cantidad de cosas de higiene que tienes que proveerlas y muchas veces se acaban a la mitad de tiempo, no tienen la cantidad necesaria para abastecerlos, tienes que ir pagando cada vez más dinero”, señaló Ayala quien pagaba altas mensualidades.
“Caes en la trampa”: las denuncias de Paco Ayala sobre el asilo
Ayala describió cómo el asilo “Soy Abuelo” se presentaba como un lugar seguro para el cuidado de adultos mayores, pero en la práctica las condiciones eran precarias.
“Se venden como un asilo, un lugar donde resguardan la salud de la gente de la tercera edad y caes en la trampa”, afirmó el músico.

Según su testimonio, antes de cada visita debía avisar con anticipación, lo que permitía al personal realizar ajustes para aparentar que todo estaba en orden.
“Modificaban, limpiaban, acomodaban, hacían todo ese tipo de artimañas para que pareciera que todo estaba bien”
El deterioro en la salud de su padre fue evidente. Ayala relató que el daño físico y mental que sufrió su progenitor avanzó rápidamente, al punto de que fue necesario trasladarlo de emergencia a un hospital.
Una enfermera del asilo, quien posteriormente fue despedida, alertó a la familia sobre la gravedad de la situación y les proporcionó fotografías que evidenciaban el estado crítico de Francisco Ayala.
El músico también denunció que, tras el traslado de su padre a otro lugar, el daño ya era irreversible. Francisco Ayala falleció a los 79 años, apenas cuatro meses después de haber salido del asilo.
“Mi papá empezó a tener un daño mental que avanzó bastante rápido, no dio para que él nos pudiera informar eso, no teníamos contacto y nos dimos cuenta hasta que por el descuido extremo lo tuvimos que trasladar a un hospital”.
“Una enfermera nos avisó que mi papá estaba muy grave, una persona que después despidieron por compartirnos esa información, nos mandó fotografías de mi papá en muy mal estado físico y fue necesario llevarlo de emergencia al hospital. El daño fue irreversible, irremediable, ya no pudo avanzar, ni recuperarse, después encontramos otro lugar pero ahí pasó sus últimos días”, contó el músico de Frijolero.

Extorsión y amenazas: el caso de los Quijano
La denuncia de Paco Ayala ha adquirido mayor notoriedad debido a que el asilo “Soy Abuelo” también es el lugar donde se encuentra el padre de Federica y Apio Quijano, quienes han enfrentado presiones económicas por parte de la institución.
Según informó Ventaneando, los responsables del asilo han exigido pagos adicionales a los integrantes de Kabah, bajo la amenaza de filtrar información a la prensa para acusarlos de abandono.

La semana pasada, se difundieron rumores que señalaban que los Quijano habían descuidado a su padre, lo que generó controversia en redes sociales. Sin embargo, la denuncia de Ayala pone en evidencia un patrón de comportamiento por parte del asilo, que incluye extorsión y condiciones inadecuadas para los residentes.