Este es el olor que más atrae a las chinches

La Cimex Lectularius puede incrementar su aparición durante la temporada de calor

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Imagen de CDC
Imagen de CDC

Las chinches incrementan su aparición durante la temporada de calor, por lo que es importante comenzar a implementar distintas medidas de prevención que ayuden a combatirlas, ya que es una de las plagas más temidas por lo difícil que se vuelve su eliminación completa.

La Cimex Lectularius logra sobrevivir con mayor facilidad en los lugares húmedos y con poca luz, ya que esto les da tranquilidad, además de que ahí pueden reproducirse sin complicaciones. Es común que se encuentren en grietas, muebles, el colchón y varios lugares más, ya que su tamaño les permite esconderse en sitios pequeños.

Los lugares que cumplan con estas condiciones se incrementan durante la época de calor, llevando a las personas ha tener mayor cuidado al respecto, evitando sufrir por una infestación de estos insectos. Para ellos, es importante conocer que olores podrían atraerlas a tu hogar.

El olor que más atrae a las chinches

El olor natural que más atrae a las chinches es el dióxido de carbono (CO2), que los seres humanos y otros animales emiten al exhalar. Este gas actúa como una señal para que las chinches detecten a sus posibles huéspedes, ya que les indica la presencia de seres vivos de los que pueden alimentarse. Durante la noche, cuando las personas están durmiendo y exhalando de manera constante, las chinches aprovechan para acercarse y alimentarse, guiadas por esta emisión de CO2.

Chinches de cama, insectos, parásitos,
Chinches de cama, insectos, parásitos, hematófagos - (Imagen Ilustrativa Infobae)

Además del CO2, el calor corporal y los compuestos químicos presentes en el sudor humano juegan un papel importante. Dentro de estos compuestos, el ácido láctico, el amoníaco y algunos ácidos grasos son especialmente atractivos para las chinches. Estos olores, combinados con la transpiración, ayudan a las chinches a localizar y distinguir a sus anfitriones potenciales.

Otro estímulo que las atrae es el olor que emiten sus refugios habituales. Las chinches suelen liberar feromonas para comunicarse entre sí, lo que les permite identificar áreas seguras para habitar. Estas feromonas generan un olor característico, descrito en ocasiones como un aroma dulzón o rancio similar al de las bayas, que no solo ayuda a las chinches a congregarse en grupos, sino que también puede atraer a más individuos hacia el escondite.

Cabe mencionar que las chinches están muy adaptadas a convivir con los humanos, por lo que el olor natural asociado a las personas y a sus ambientes resulta esencial para su proceso de alimentación y refugio. Aunque la higiene personal o del entorno no es un factor determinante para su presencia, estas condiciones pueden influir en la frecuencia con la que las chinches detectan a un huésped.

Para controlar cualquier infestación, es clave mantener una limpieza regular en ropa de cama, muebles y colchones, así como utilizar aspiradoras y medidas preventivas para evitar la propagación.