
En la actualidad los suplementos de todo tipo han ganado popularidad debido a que pueden ayudar al cuerpo a tener un mejor rendimiento; sin embargo, es importante consumirlos con precaución para prevenir posibles efectos secundarios de su ingesta.
Y es que a pesar de aportar nutrientes que el cuerpo produce de manera natural no deja de tratarse de un elemento sintético que requiere de asesoría médica para consumirse de forma responsable pues uno de sus principales efectos negativos suele darse en los riñones, los cuales son los encargados de eliminar los residuos de los mismos.
Aunque en general cuando se consumen suplementos en exceso estos puede tener un impacto negativo en los riñones, existe uno en particular que ha incrementado su popularidad y que es especialmente riesgoso para estos órganos, debido a que pueden tener aún más dificultad para eliminarlos del organismo.
Nos referimos a los suplementos de magnesio los cuales son productos usados generalmente para corregir deficiencias de magnesio o como apoyo en ciertas condiciones médicas pero que algunas personas pueden llegar a tomar sin asesoría médica. Es por eso que aquí te contamos cuáles son los daños que puede causar a los riñones si se toman sin precaución.

Cuáles son los riesgos para los riñones de consumir suplementos de magnesio
El consumo excesivo o inapropiado de suplementos de magnesio puede representar riesgos para los riñones, especialmente en personas con problemas renales preexistentes. Los riñones son responsables de excretar el magnesio en exceso a través de la orina, por lo que una ingesta elevada puede sobrecargar su función. A continuación, se detallan los posibles riesgos:
- Hipermagnesemia (exceso de magnesio en sangre): Consumir grandes dosis de suplementos de magnesio puede elevar los niveles de este mineral en la sangre. Cuando los riñones no funcionan correctamente, esta condición puede agravarse, ya que no logran eliminar el magnesio de manera eficiente. Los síntomas de hipermagnesemia incluyen náuseas, vómitos, presión arterial baja, debilidad muscular y, en casos graves, problemas cardíacos o respiratorios.
- Mayor carga renal: En personas con enfermedades renales crónicas, incluso dosis moderadas de magnesio pueden acumularse en el cuerpo, ya que los riñones dañados no pueden filtrar adecuadamente el exceso. Esto puede acelerar el deterioro de la función renal.
- Interacción con medicamentos: Los suplementos de magnesio pueden interferir con medicamentos utilizados en tratamientos renales, como los diuréticos y ciertos antibióticos, lo que puede empeorar los problemas renales o alterar su eficacia.
- Efectos secundarios leves pero acumulativos: En individuos sanos, el consumo excesivo de magnesio puede causar diarrea, lo que podría llevar a deshidratación leve y sobrecargar los riñones debido al aumento en la eliminación de líquidos.

Para evitar riesgos, se recomienda no consumir suplementos de magnesio sin supervisión médica, especialmente en personas con insuficiencia renal o problemas renales previos.
Una dieta equilibrada que incluya alimentos ricos en magnesio (como nueces, semillas y vegetales verdes) suele ser suficiente para satisfacer las necesidades diarias de este mineral.