Las rodillas son articulaciones fundamentales en el cuerpo humano, formadas por el fémur, la tibia y la rótula. Su función principal es brindar movilidad y estabilidad, pero también soportan una gran cantidad de estrés debido a actividades diarias como caminar, correr, levantar objetos pesados o practicar deportes de alto impacto. Este constante esfuerzo puede hacerlas propensas a diversas lesiones y afecciones que afectan su correcto funcionamiento.
Según Stanford Medicine Children’s Health, las lesiones más comunes en las rodillas involucran los ligamentos o músculos, lo que puede resultar en esguinces, distensiones, cartílago desgarrado, tendinitis y artritis. Estas afecciones pueden causar dolor, inflamación y limitación en el movimiento, afectando la calidad de vida de quienes las padecen. Es importante prestar atención a cualquier molestia en la zona y buscar atención médica para prevenir complicaciones a largo plazo.
La American Academy of Pediatrics (AAP) señala que el uso de rodilleras es uno de los tratamientos más recomendados por los especialistas de la salud. Estas no solo ayudan a reducir el dolor, sino que también proporcionan estabilidad sin comprometer el funcionamiento normal de la articulación. Su diseño incluye materiales específicos y un orificio en el centro, cuya función es poco conocida, pero que resulta esencial para mejorar el ajuste y la distribución de la presión sobre la rodilla, disminuyendo el riesgo de futuras lesiones.
¿Cuál es la función del orificio en las rodilleras?
Algunas rodilleras están fabricadas con un material flexible llamado neopreno, el cual se desliza sobre la rodilla y proporciona compresión y calor. Algunas incluyen correas o cintas que mejoran el soporte y estabilidad de la articulación. Según la American Academy of Pediatrics (AAP), las rodilleras básicas pueden ser útiles para tratar el dolor femororrotuliano o reducir la hinchazón, brindando alivio a quienes padecen molestias en la zona.
Una de las características clave de estas rodilleras es la presencia de un orificio en la parte frontal, diseñado específicamente para la rótula. De acuerdo con la AAP, esta abertura ayuda a limitar el movimiento de la rótula, lo que disminuye el riesgo de subluxación o luxación rotuliana. Además, las correas o refuerzos alrededor del orificio brindan soporte adicional, permitiendo que la rodilla mantenga una alineación adecuada sin restringir completamente el movimiento.
Por otro lado, la empresa Mueller Sports México, especializada en productos ortopédicos y deportivos, señala que las órtesis cumplen una función clave en la estabilización de los componentes laterales de la rodilla. Estas se utilizan en casos de lesiones de meniscos, ligamentos, enfermedades reumáticas o durante la recuperación postquirúrgica. A diferencia de una férula, las órtesis cuentan con articulaciones y bisagras que permiten cierto grado de movilidad, adaptándose a las necesidades de cada paciente.
¿Cuál es la mejor rodillera para el dolor de articulaciones?
La mejor rodillera para el dolor de articulaciones depende de cada caso específico y debe ser determinada por un médico. Según Stanford Medicine Children’s Health, los especialistas en salud son los indicados para evaluar la condición de la rodilla y recomendar el tratamiento más adecuado. Usar una rodillera sin supervisión médica podría no proporcionar los beneficios esperados e incluso empeorar la situación.
El diagnóstico de un problema en la rodilla debe considerar factores como la edad del paciente, su historia clínica, el tipo de lesión y la condición general de la articulación. Si los tratamientos iniciales no alivian el dolor y los estudios de rayos X muestran un desgaste significativo, un ortopedista podría sugerir el uso de una rodillera específica, otros tratamientos o incluso una cirugía para mejorar la calidad de vida del paciente.
Existen diversos tipos de rodilleras, como las cerradas, las férulas postoperatorias, las rotulianas, las de protección antigolpes y las cintas iliotibiales. Cada una está diseñada para diferentes necesidades y niveles de soporte. Para elegir la más adecuada, es fundamental acudir con un profesional de la salud que pueda indicar el modelo correcto según la lesión o afección del paciente.
