
Las uñas no solo cumplen una función estética, sino que también reflejan nuestra salud general. Uñas débiles, quebradizas o con tendencia a romperse pueden ser indicativos de deficiencias nutricionales o malos hábitos de cuidado. Si bien las manos son una parte del cuerpo visible para las personas que te rodean, también es cierto que son de las que menos cuidado se tienen motivo por el cual es importante incluirlas en tu rutina de skincare.
El cuidado de las manos y las uñas es esencial tanto por razones estéticas como de salud. Las manos están en constante contacto con superficies, objetos y sustancias que pueden dañarlas o exponerlas a bacterias y hongos. Mantener una higiene adecuada y una hidratación constante previene infecciones, resequedad y grietas en la piel, evitando molestias y posibles complicaciones dermatológicas. Además, unas uñas bien cuidadas reflejan buenos hábitos de higiene personal y proyectan una imagen saludable y pulcra en el ámbito social y profesional.
Asimismo, las uñas pueden ser un indicador de la salud general del cuerpo. Cambios en su color, textura o resistencia pueden alertar sobre deficiencias nutricionales, problemas circulatorios o enfermedades como la diabetes. Mantenerlas fuertes y sanas no solo mejora la apariencia de las manos, sino que también contribuye al bienestar general. Incluir una rutina de cuidado, como hidratación, recorte adecuado y protección frente a productos agresivos, es una manera efectiva de preservar la salud y funcionalidad de las manos a lo largo del tiempo.

¿Cómo mantener unas uñas fuertes y sanas?
A continuación, recopilamos recomendaciones de dermatólogos para fortalecer tus uñas y mantenerlas saludables:
1. Mantén tus uñas secas y limpias
La humedad es un caldo de cultivo para bacterias y hongos, principales responsables de infecciones ungueales. Después de lavar tus manos, asegúrate de secar bien tus uñas y el espacio entre los dedos. Este simple hábito previene la proliferación de microorganismos y contribuye a la fortaleza de las uñas.
2. Corta y lima tus uñas correctamente
La forma en que cortas y limas tus uñas influye en su resistencia. Los expertos sugieren darles una forma recta con una ligera curva en las esquinas. Utiliza tijeras o cortaúñas afilados y, al limarlas, hazlo en una sola dirección para evitar que se desdoblen o fracturen.

3. Protege tus uñas del exceso de agua y productos químicos
Sumergir frecuentemente las manos en agua o exponerlas a productos de limpieza agresivos puede debilitar las uñas. Para minimizar el daño, usa guantes al lavar platos, limpiar el hogar o realizar actividades que impliquen contacto prolongado con agua o sustancias químicas.
4. Incorpora nutrientes esenciales en tu dieta
Una alimentación equilibrada es clave para la salud de las uñas. Asegúrate de consumir suficientes proteínas y calcio, presentes en alimentos como lácteos, carnes magras y legumbres. Además, la biotina, una vitamina del complejo B, ha demostrado ser beneficiosa para fortalecer las uñas. Fuentes naturales de biotina incluyen huevos, nueces y verduras de hoja verde.

5. Considera el uso de suplementos de biotina
Si bien una dieta balanceada es fundamental, en algunos casos los suplementos de biotina pueden ser útiles para mejorar la resistencia de las uñas. Antes de iniciar cualquier suplementación, consulta con un profesional de la salud para determinar la dosis adecuada y asegurarte de que es apropiado para ti.
6. Evita morderte las uñas y retirar las cutículas
Morderse las uñas o eliminar las cutículas puede dañar la matriz ungueal y aumentar el riesgo de infecciones. Si tienes este hábito, considera buscar estrategias para controlarlo, como mantener las uñas cortas, aplicar esmaltes de sabor amargo o recurrir a técnicas de manejo del estrés.

7. Hidrata tus uñas y cutículas regularmente
La hidratación es esencial para mantener la flexibilidad y prevenir la fragilidad de las uñas. Aplica regularmente aceites o cremas hidratantes en las uñas y cutículas para mantenerlas nutridas y saludables.
8. Limita el uso de esmaltes y productos agresivos
El uso constante de esmaltes, especialmente aquellos de larga duración o que requieren lámparas UV para su secado, puede debilitar las uñas. Opta por darles descansos periódicos y utiliza quitaesmaltes sin acetona para minimizar el daño.

9. Consulta a un dermatólogo ante problemas persistentes
Si, a pesar de seguir estas recomendaciones, tus uñas continúan débiles o presentan anomalías, es aconsejable acudir a un dermatólogo. El especialista podrá evaluar tu situación y ofrecer tratamientos específicos según tus necesidades.
Implementar estos consejos en tu rutina diaria contribuirá a mejorar la salud y apariencia de tus uñas, reflejando un cuidado integral de tu bienestar.