
Documentos desclasificados por los Archivos Nacionales de Estados Unidos arrojaron nuevos detalles sobre la estancia de Lee Harvey Oswald en México antes del asesinato del presidente John F. Kennedy. En los más de 2,100 archivos publicados, se detallan los movimientos del presunto tirador por la Ciudad de México en 1963, revelando posibles conexiones con agentes de inteligencia soviéticos.
Según los registros, Oswald llegó a la capital mexicana el 26 de septiembre de ese año con la intención de obtener una visa que le permitiera viajar a Cuba y, posteriormente, a la entonces Unión Soviética. Durante su estancia, visitó la embajada cubana los días 27 y 28 de septiembre, buscando autorización para ingresar a la isla. Poco después, el 1 de octubre, acudió a la embajada soviética, donde se reunió con Valeriy Aleksandrovich Andrianov, un oficial consular de la Representación Comercial Soviética en México.
Estos encuentros ocurrieron apenas dos meses antes del fatídico 22 de noviembre de 1963, cuando Kennedy fue asesinado en Dallas, Texas. La información publicada el miércoles 19 refuerza la intriga en torno a los verdaderos motivos de Oswald y el posible papel de agencias extranjeras en los eventos que sacudieron a Estados Unidos y al mundo.

¿Quién era Valeriy Aleksandrovich Andrianov?
Según el archivo 104-10177-10224, era un agente del Comité para la Seguridad del Estado (KGB), adscrito al Departamento V y presunto miembro del Registro de Información Secreta (RIS). Nacido en Moscú el 7 de marzo de 1933, llegó a México en 1961 para desempeñarse como funcionario consular hasta 1965.
Durante este tiempo, se le atribuye haber intentado acercarse a un empleado del gobierno estadounidense en la Embajada de Estados Unidos en la Ciudad de México. Su reputación era ambivalente, algunos lo consideraban el oficial de inteligencia más eficaz y peligroso del país, mientras que otros lo describieron como una persona sin moral, educación ni modales.
Según los archivos, uno de los episodios más escandalosos de su estancia en México ocurrió cuando fue arrestado frente a una casa de prostitución tras involucrarse en una pelea a puñetazos con lugareños. A pesar de la amplia cobertura mediática de este incidente, su posición en la capital mexicana no pareció verse afectada.
Su papel más polémico fue su presunta relación con Lee Harvey Oswald, pues según los documentos desclasificados, Andrianov estuvo involucrado en la tramitación de la visa del asesino de John F. Kennedy. Sin embargo, el documento 104-10535-10001 revela que su petición fue rechazada debido a un retraso en el proceso, el cual tardaría al menos cuatro meses. Esta respuesta enfureció a Oswald, ya que, sin la visa soviética, también se le negaba automáticamente el permiso de tránsito hacia Cuba.
El 28 de septiembre de 1963, frustrado pero persistente, Oswald continuó insistiendo en ambas embajadas, rogando por los visados que le permitirían cumplir su objetivo. Recorrió las oficinas diplomáticas, pero sus esfuerzos fueron en vano. Su actitud desesperada no pasó desapercibida, y su comportamiento agresivo quedó registrado en informes de la época. Sin opciones y sin lograr su cometido, sus planes de viajar a la URSS se desmoronaban rápidamente. Para el 3 de octubre, resignado, Oswald dejó atrás la Ciudad de México y se dirigió a Texas.

Andrianov, el espía que inquietó a la CIA
Valeriy Andrianov también fue parte de la segunda misión del KGB en México a finales de los años 60, periodo en el que supervisó las actividades de los partidos comunistas y grupos de izquierda centroamericanos. Se le vinculó con reuniones constantes con estos movimientos, a los que, según se informa, proporcionaba fondos y orientación técnica.
Entre julio y agosto de 1969, realizó un viaje inesperado a Moscú, dejando a su familia en México. En julio de 1970 viajó cuatro días a La Habana, reforzando las sospechas sobre su posible papel en actividades de inteligencia y contrainteligencia.
Su estancia en México terminó abruptamente en septiembre de 1971, a pesar de que se esperaba que permaneciera varios meses más. La repentina salida del oficial y su conexión con eventos clave de la Guerra Fría hicieron que su perfil siguiera envuelto en la incertidumbre y el debate histórico.
La CIA lo vinculó con el Departamento 13 de la KGB, una unidad especializada en operaciones clandestinas y, en algunos casos, de eliminación de enemigos del Estado Ruso. Aunque nunca se confirmó su participación directa en estas actividades, su historial de movimientos coincidía con momentos clave de la Guerra Fría.
El interés de la CIA en Valeriy creció cuando la Embajada de Estados Unidos en Beirut, al igual que otras misiones occidentales, comenzó a recibir amenazas y a sufrir actos de violencia. En un contexto de creciente tensión, los analistas de inteligencia revisaron los expedientes del personal de la KGB con antecedentes en la zona, buscando determinar si alguno de ellos estaba involucrado en la promoción de tácticas de presión y desestabilización.
Las dudas sobre su papel en eventos clave de la Guerra Fría persisteron. A través de dos cartas, EEUU solicitó información adicional para confirmar si Andrianov seguía en Beirut y si existían otros agentes en Damasco o la región con un historial similar que sugiriera su participación en operaciones de los soviéticos. Además, la agencia buscaba esclarecer cualquier conexión con Lee Harvey Oswald.