Por esta razón no debes tomar medicamentos con café; farmacéutico advierte sobre los riesgos

Un experto en farmacología alerta sobre el impacto negativo de tomar pastillas con café, revelando posibles complicaciones que pueden afectar la eficacia del tratamiento médico

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Algunos medicamentos pueden perder eficacia
Algunos medicamentos pueden perder eficacia o provocar efectos adversos cuando se combinan con cafeína. (Jesús Tovar Sosa/Infobae)

Muchas personas comienzan su día con una taza de café y, al mismo tiempo, toman sus medicamentos sin considerar que esta combinación podría generar reacciones no deseadas.

Según un estudio nacional realizado por la consultora StratBranding en julio de 2020 sobre el consumo de café en México durante la pandemia, se identificó que los mexicanos bebían café en promedio 5.6 veces por semana, reflejando la relevancia de esta bebida en la rutina diaria.

El café es una mezcla compleja que contiene más de mil compuestos químicos, entre ellos cafeína, compuestos fenólicos, diterpenos, trigonelina y melanoidinas. Carlos Fernández Moriano, responsable de Divulgación Científica del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos de España, advierte sobre los posibles efectos de consumir café junto con ciertos medicamentos.

La cafeína puede reducir el
La cafeína puede reducir el efecto sedante de las benzodiazepinas, lo que dificulta el tratamiento de la ansiedad o el insomnio.

¿Qué medicamentos no se deben tomar con café?

Según Carlos Fernández la mejor opción para ingerir medicamentos es el agua, ya que tiene un comportamiento neutro en el organismo. “En general, como pauta básica, desde la farmacia siempre se recomienda que los medicamentos que se administran por vía oral, en comprimidos o en cápsulas, se tomen con agua”, explicó el especialista en entrevista para CuídatePlus.

El farmacéutico recuerda que el cuerpo humano está compuesto en un 80% por agua, lo que facilita la absorción de los fármacos. Además, advierte que el café no es el único alimento que puede interferir con los medicamentos, ya que también se recomienda evitar el jugo de toronja y la leche, en especial con algunos antibióticos.

La cafeína es un potente estimulante del sistema nervioso central y, según Fernández Moriano, es químicamente idéntica a la teína del té, aunque se denominen de manera diferente según su origen. Debido a este efecto estimulante, la cafeína puede generar interacciones farmacológicas que afectan la eficacia de ciertos medicamentos.

  • Benzodiazepinas: reducción del efecto sedante

Las benzodiazepinas, como el diazepam, tetrazepam y bromazepam, son medicamentos utilizados para tratar la ansiedad, el insomnio y otros trastornos. Estos fármacos tienen un efecto depresor sobre el sistema nervioso central, lo que ayuda a relajar los músculos y reducir la ansiedad.

Sin embargo, al combinarse con cafeína, su efecto puede verse disminuido:

“La cafeína podría antagonizar con el efecto de las benzodiazepinas cuando se usan de forma conjunta”, advierte Fernández Moriano.

Esto significa que, si una persona toma benzodiazepinas para tratar la ansiedad y al mismo tiempo consume café, el fármaco podría perder parte de su eficacia, dificultando el control del trastorno. Por ello, se recomienda evitar el café durante un tratamiento con este tipo de medicamentos.

  • Antipsicóticos, mayor riesgo de efectos adversos

Fármacos como la clozapina y la olanzapina, usados para tratar trastornos mentales como la esquizofrenia, también pueden verse afectados por la cafeína. En este caso, el problema radica en el metabolismo hepático:

“Tanto la cafeína como estos fármacos se metabolizan a través de la misma proteína o enzima del hígado. Lo que hacen es competir por esa enzima”, explica el especialista.

Cuando la cafeína ocupa la enzima encargada de procesar estos medicamentos, las concentraciones de los fármacos en la sangre pueden aumentar, incrementando el riesgo de efectos secundarios graves como confusión o convulsiones.

 La cafeína puede alterar
La cafeína puede alterar la absorción de analgésicos como el paracetamol y la aspirina, lo que podría aumentar su concentración en sangre y elevar el riesgo de toxicidad.
  • Antiepilépticos. reducción de su eficacia

El consumo excesivo de cafeína también puede disminuir los efectos de ciertos medicamentos para la epilepsia, como el fenobarbital, la fenitoína y el ácido valproico. Estos fármacos están diseñados para controlar la actividad cerebral y prevenir convulsiones, pero la cafeína, al ser un estimulante, puede contrarrestar sus efectos.

Aunque algunos antiepilépticos más modernos no se ven tan afectados por la cafeína, en general, se recomienda que las personas con epilepsia limiten su consumo de café.

“Las crisis epilépticas se deben a un exceso de actividad de un grupo de neuronas en el cerebro”, señala Fernández Moriano, por lo que el café podría aumentar el riesgo de sufrir un episodio.

  • Aspirina y paracetamol: aumento en los niveles en sangre

El paracetamol y la aspirina son dos de los analgésicos más utilizados en el mundo. Sin embargo, la cafeína puede influir en su metabolismo de diferentes maneras:

  • En el caso del paracetamol, la cafeína puede reducir su eliminación, lo que aumenta su efecto analgésico y antitérmico. Aunque esto podría parecer positivo, en realidad representa un riesgo, ya que el paracetamol en dosis elevadas puede dañar el hígado.
  • Para la aspirina (ácido acetilsalicílico), se ha observado que la cafeína puede aumentar sus niveles en sangre, aunque hasta el momento no hay estudios sólidos que indiquen un impacto significativo en su efecto terapéutico.

Fernández Moriano enfatiza que cualquier alteración en la acción de estos medicamentos debe tomarse con precaución, ya que un aumento en su biodisponibilidad podría incrementar el riesgo de toxicidad. Es recomendable consultar con un especialista para asegurar la efectividad de cualquier tratamiento.