
Recientemente, el Departamento de Estado de Estados Unidos dio a conocer su más reciente Reporte sobre la Estrategia Internacional para el Control de Narcóticos, el cual resaltó que entre agosto de 2023 y julio de 2024 se registraron 94 mil muertes relacionadas por sobredosis de fentanilo, 19 mil casos menos que en el período anterior.
La reducción en estos decesos responde a múltiples factores, de acuerdo con el informe oficial, entre los que destacan los operativos para afectar la cadena de suministro de los opioides y la posible merma en la potencia de estas drogas.
Aunque la cifra más reciente puede ser considerada como una muestra de los resultados de la cooperación entre diversos países con EEUU, el Departamento de Estado expuso que aún hay aspectos que requieren especial atención.
Uno de ellos se refiere a la regulación para importar precursores químicos en México, ya que el monitoreo de ciertas sustancias “no ha disuadido significativamente la producción local de drogas sintéticas”.

En este sentido, el documento sostiene que México no cuenta con medidas para controlar siete de los precursores utilizados para la elaboración ilícita de fentanilo:
- 4-(Fenilamino) piperidina-1-carboxilato de tert-butilo (1-boc-4-AP)
- 3,4-MDP-2-P glicidato de metilo
- Ácido 3,4-MDP-2-P metilglicídico
- Alfa-Fenilacetoacetato de metilo (MAPA)
- Norefedrina
- Norfentanilo
- Alfa-Fenilacetoacetamida (APAA)
Por otro lado, la agencia estadounidense reconoció que México actualmente controla ocho sustancias utilizadas como precursores de este opioide: 4-Anilino-N-fenetilpiperidina (ANPP), N-Fenetil-4-piperidona (NPP), N-Fenil-4-piperidinamina (4-AP), anhídrido propiónico, cloruro de propionilo, ácido clorhídrico y tolueno.
En mayo de 2021, se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) mexicano un acuerdo que aprobaba la implementación de una lista de vigilancia de sustancias susceptibles de uso dual. En esta primera versión únicamente se incluían 14 sustancias, como el metanol, cianuro de socio y ácido tartárico.
Casi un año después, en abril de 2022, el Consejo de Salubridad General emitió un nuevo acuerdo que ampliaba el catálogo de sustancias a observar a 69, entre las cuales se incluían 15 precursores del fentanilo. Desde la publicación de dicha reforma, el gobierno mexicano no ha emitido ninguna actualización a la lista de sustancias a observar por su posible uso para fabricar drogas sintéticas.
De acuerdo con el informe del Departamento de Estado, estas medidas de control obligan a los grupos criminales a buscar otras alternativas químicas, o bien, a falsificar los documentos relacionados con envíos de estas sustancias. “Estos controles también le proporcionan a las fuerzas del orden una base legal para decomisar dichas sustancias y presentar denuncias civiles o penales”, establece la agencia norteamericana.