Comunidad afrodescendiente, la más discriminada; le sigue población indígena y migrante

La marginación se potencia por el color de piel; 2.0% de la población se reconoce como afromexicana

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Participantes del primer Festival Afro
Participantes del primer Festival Afro en Cuajinicuilapa, Guerrero, el 25 de enero de 2021. (Cuartoscuro)

Datos de la Encuesta Nacional sobre Discriminación (Enadis) revelan que 34.1% de los hombres afrodescendientes han sido víctimas de algún tipo de discriminación por este motivo. La cifra se incrementa en el caso de las mujeres, pues las cifras indican que 37.1% de ellas han sido marginadas por esta razón. En las poblaciones indígenas y migrantes también también se han observado altos niveles de discriminación.

En este contexto, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reporta que 35.7% de las personas afrodescendientes, 28.2% de la población indígena y 28.5% de la comunidad migrante afirmaron haber sido víctimas de algún tipo de discriminación en los últimos 12 meses, cifras que superan el promedio nacional de 23.7%.

En términos socioeconómicos, la población indígena enfrenta importantes desventajas: únicamente el 18.2% posee un contrato laboral y el 37.4% tiene acceso a servicios de salud, cifras que difieren significativamente del promedio nacional, que es del 38.2% y 55.6% respectivamente.

Tono de piel

La discriminación se potencia por el tono de la piel, pues personas con colores de piel oscuros tienen menor acceso a derechos laborales y educativos: sólo 38.2% de ellas consiguió completar la preparatoria o estudios superiores, mientras que entre las personas de piel más clara, este porcentaje alcanza el 55.1%.

Los pueblos, comunidades y personas afrodescendientes en México, que se concentran, principalmente, en Guerrero, Estado de México, Oaxaca y Veracruz, forman un grupo históricamente invisibilizado en los censos (hasta antes de 2015) y hasta hace poco en el propio texto constitucional.

Festival Afro en Cuajinicuilapa, Guerrero.
Festival Afro en Cuajinicuilapa, Guerrero. Este municipio es considerado "la pequeña África" de México. (Cuartoscuro)

Esta situación se comenzó a atender en el levantamiento de la Encuesta Intercensal 2015, en el marco del Decenio Internacional de los Afrodescendientes 2015-2024, como resultado del trabajo de diversas organizaciones de la sociedad civil, instituciones académicas y el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).

El INEGI incluyó en 2015, por primera vez, una pregunta que permitía la autoadscripción identitaria como afrodescendiente. Con ello, también se incluyó en el Censo de Población y Vivienda 2020, por el que hoy se sabe que 2.0% de la población nacional se reconoce afromexicana o afrodescendiente.

Trabas y obstáculos

Casos específicos documentan que la población afrodescendiente enfrenta constantes obstáculos en el ejercicio de sus derechos individuales y colectivos. Asimismo, las contribuciones históricas de estas comunidades han sido ignoradas.

Estas comunidades registran que tanto en las instituciones como entre la población aún existen prejuicios, actitudes y conductas discriminatorias hacia ellas.

Hasta el momento, son pocos estados o dependencias gubernamentales que incluyen a las personas, comunidades y pueblos afrodescendientes en los procesos de toma de decisiones que los afectan directamente. De acuerdo con la Conapred, esta realidad constituye una forma de discriminación estructural.

Según el Censo de Población y Vivienda 2020, a través del inciso: “Por sus antepasados y de acuerdo con sus costumbres y tradiciones, ¿(NOMBRE) se considera afromexicano(a), negro(a) o afrodescendiente?”. En total, poco menos de 2.58 millones de personas (2.0% de la población total) se autoidentifican como parte de este grupo social. De ellas, el 50.4% son mujeres (1.30 millones) y el 49.6% son hombres (1.28 millones).