
El pasado 5 de marzo, las autoridades de Jalisco informaron sobre el hallazgo de más de mil indicios, entre ellos 200 pares de calzado, en el Rancho Izaguirre de Teuchitlán, un presunto centro de reclutamiento y entrenamiento del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). El caso generó un intenso debate en redes sociales sobre la influencia del crimen organizado en la cultura popular, particularmente en la música de corridos tumbados.
Entre quienes se pronunciaron sobre el tema estuvo la tiktoker Silvana Marciana, quien compartió su opinión en un video que rápidamente se viralizó, alcanzando más de tres millones de reproducciones. En su mensaje, la influencer destacó la relación entre la narcocultura y los hechos ocurridos en Jalisco.
“No es culpa de los corridos y la música (...), pero yo opino que cada vez que escuchamos estas canciones y las utilizamos para un audio de TikTok, para una historia o lo que sea, es aplaudir a situaciones como lo que acaba de pasar en Jalisco”, expresó Silvana Marciana.

Su postura reavivó el debate sobre la normalización de la violencia a través de la música, especialmente en un contexto donde los corridos tumbados y otros géneros similares han ganado popularidad entre los jóvenes. En los comentarios de su video, varios usuarios apoyaron su postura, mientras que otros defendieron la idea de que la música no es responsable de los problemas de violencia en el país.
Además de señalar la influencia de estos temas en la sociedad, la influencer también criticó a los artistas del género por su falta de pronunciamiento ante lo ocurrido en Teuchitlán.

“Se me hace tan inhumano como los artistas de este género no han mostrado solidaridad o empatía con las familias. México está de luto y esta música sigue sonando tan fuerte y no hay problema”, añadió.
La ausencia de mensajes por parte de cantantes de corridos tumbados tras el hallazgo en el rancho de Teuchitlán ha sido un punto de discusión en redes, donde algunos consideran que los exponentes de este género musical deberían asumir mayor responsabilidad por el impacto de sus letras en la sociedad.
El caso del Rancho Izaguirre continúa bajo investigación, y las autoridades no han dado más detalles sobre los hallazgos. Mientras tanto, el debate sobre la influencia de la narcocultura y la música en la juventud mexicana sigue generando posturas encontradas en plataformas digitales.