
La Generación Z, también conocida como Gen Z, está compuesta por las personas nacidas aproximadamente entre 1995 y 2010, aunque las fechas pueden variar ligeramente según diferentes estudios se identifican por ser la primera generación que creció completamente inmersa en el entorno digital, rodeada de dispositivos tecnológicos, redes sociales e internet desde una edad temprana.
Esta generación se caracteriza por ser altamente adaptable a los cambios tecnológicos, lo que les ha llevado a destacarse por su habilidad para manejar múltiples plataformas digitales y su interés en la innovación. Asimismo, son conocidos por tener una conciencia marcada sobre temas como la diversidad, el cambio climático y la justicia social, mostrándose receptivos a iniciativas que promuevan cambios positivos en la sociedad.
Sin embargo, aunque en un principio las capacidades de los jóvenes Gen Z, podrían resultar atractivas para los entornos laborales exigentes de la actualidad, diversas encuestas han determinado que la “etiqueta” y prejuicios relacionados con esta generación han provocado la desconfianza en empleadores a la hora de contratarlos.
Las consecuencias de la “etiqueta Z”

Una de cada siete empresas entrevistadas por la firma Intelligent aseguró que no planea contratar a graduados universitarios en el próximo año, según un informe realizado hacia finales de 2024. El estudio analizó las perspectivas de 966 líderes empresariales, quienes también mostraron desconfianza en la Generación Z, pues, uno de cada seis responsables afirmó sentirse indeciso sobre sumar a jóvenes de este grupo a sus equipos.
Entre los motivos que podrían llevar a esta reacción se encuentran los crecientes y conocidas etiquetas respecto a los jóvenes gen Z, los cuáles en muchas ocasiones termina por quitarles oportunidades incluso antes de probar sus capacidades.
“No tienen demasiados reparos en cambiar de empresa si consideran que los aspectos adicionales al mero salario no les llenan”, mencionó Francisco Torreblanca, Consultor de estrategia e innovación y profesor de ESIC Business & Marketing School para un artículo de Finanzas BBVA.
Sin embargo, el trabajo de la firma Intelligent no es la única que ha mostrado el impacto de las etiquetas en las oportunidades de los jóvenes, pues el 31% de los gerentes que participaron en una encuesta realizada por ResumeBuilder admitió evitar la contratación de trabajadores de la Generación Z, revelando una clara tendencia en procesos de selección laboral.
Este estudio, que incluyó las respuestas de 782 gerentes de contratación, puso de manifiesto los desafíos que enfrentan estos jóvenes frente a las percepciones asociadas a su generación.
¿Cuáles son las etiquetas y prejuicios sobre la Gen Z?

Las etiquetas y prejuicios relacionados con la Generación Z suelen girar en torno a su relación con la tecnología, su actitud hacia los cambios sociales y sus prioridades en la vida personal y profesional.
Dependientes de la tecnología: Este prejuicio a menudo los describe como distraídos, con poca capacidad de atención, aunque en realidad han desarrollado habilidades para manejar grandes volúmenes de información y adaptarse rápidamente a entornos digitales.
Una mentalidad frágil: este estigma surge de su apertura para discutir temas como la salud mental, la justicia social y la inclusión. Aunque impulsan cambios positivos en estas áreas, se les critica por ser emocionalmente vulnerables o por no tolerar las críticas.
Falta de compromiso: este prejuicio está relacionado con su inclinación a cuestionar estructuras establecidas y optar por trayectorias flexibles y alineadas con sus valores personales. Si bien esta actitud podría malinterpretarse como falta de ambición, refleja su interés en equilibrar la vida laboral con sus ideales y bienestar personal, priorizando roles que les permitan tener un impacto positivo en su entorno.