En México regalar flores amarillas el 21 de marzo ha ganado popularidad en los últimos años, debido principalmente a las redes sociales y algunas referencias en la cultura popular.
Es el caso de la telenovela argentina del 2005: “Floricienta” y la canción “Flores Amarillas”, cuya letra menciona el deseo de recibir flores de este color como un gesto de amor.
Además, el 21 de marzo coincide con el inicio de la primavera en el hemisferio norte. Por lo que regalar flores amarillas también se ha interpretado como una manera de celebrar el cambio de estación y la llegada de días más cálidos y luminosos.
Y es que el color amarillo se asocia con la alegría, la energía y el renacimiento, que son características de esta estación del año.
La acción de regalar flores se replica también en países como Argentina, Chile, Uruguay y Bolivia pero durante septiembre, que es cuando llega la primavera al hemisferio sur.
Así que regalar flores amarillas el 21 de marzo en México combina una tendencia cultural contemporánea y la celebración de la primavera, lo que lo convertiría en un acto simbólico cargado de intenciones positivas.
¿Qué flores amarillas se pueden regalar?
- Girasol: tienen un tallo robusto y flores de gran tamaño con pétalos que se mantienen unidos. Son muy resistentes, perfectas para crear ramos vistosos y de larga duración.
- Rosa amarilla: esta flor, llamada tecomaxóchitl en náhuatl, proviene de un árbol de tallos fuertes y pétalos resistentes. Se caracteriza por su elegancia y durabilidad, siendo ideal para arreglos florales sofisticados.
- Crisantemo: cuenta con un tallo firme y flores compactas de pétalos duraderos, perfectas para ramos que necesitan conservar su frescura.
- Gerbera: es una de las flores más populares por sus colares brillantes y resistencia.
¿Cuándo llega la primavera en México?
El equinoccio de primavera marca el inicio oficial de esta estación en el hemisferio norte y en 2025 ocurrió el jueves 20 de marzo a las 03:31 horas, según informó el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
El evento astronómico ocurre cuando el Sol se encuentra sobre el ecuador terrestre, lo que provoca que el día y la noche tengan prácticamente la misma duración en todo el mundo.
Marca también una transición climática caracterizada por un incremento en las temperaturas y jornadas más extensas en esta parte del hemisferio norte.
