
Por estas fechas la mayor parte de las empresas ya evaluaron el desempeño, correspondiente al año pasado, de las diferentes divisiones y departamentos que tienen y con ello, vienen los más grandes anhelos de unos o los más grandes miedos de otros: aumentos salariales o despidos.
Algo que escucho con mucha frecuencia es la forma de quejarse entre colaboradores, mencionando que una persona gana mas y hace menos que uno; lo cierto es que eso no se sabe a ciencia cierta, porque cada persona es muy particular y ninguna tiene o cuenta con la misma realidad, cierto es que se cuenta con similitudes, pero nunca igualdades, como en algún momento lo estableciera el filósofo español José Ortega y Gasset “Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo”; es decir, el entorno que nos rodea forma parte e influye a la vez que es influido por nosotros.
Por ello, es importante hacer un esquema de ingresos y gastos establecido a mi realidad y a mi circunstancia, no hay métodos infalibles ni fórmulas mágicas para alcanzar el éxito. Si por estas fechas recibiste un aumento, no importa si este es igual, menor o mayor a la inflación o lo esperado, agradece y considéralo en tus ingresos, ya que aceptarlo de forma positiva y entusiasta reafirma la disposición a seguir contribuyendo al éxito de la organización, confía en tu camino: no mires a lado, sigue avanzando; sin embargo, y como una referencia voy a explicar porque se debe comparar con la inflación.
La inflación es el incremento generalizado de precios que origina una disminución del poder adquisitivo de las personas mermando su capacidad de compra y ahorro; explicándolo para mayor entendimiento es cuando vas al supermercado y compras aquellos productos que nunca faltan en tu casa. Sin embargo, a las dos semanas, al hacer lo mismo, te percatas que el importe ha subido ligeramente, a ese diferencial lo denominamos inflación.

Ahora bien, hay que señalar que la inflación en México durante 2024 fue de 4.21%, según el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) cifra menor si se compara con lo registrado en los últimos tres años (2021 5.69%, 2022 7.9%, y 2023 5.53%) resaltando que los estados donde se notó más el aumento en los precios fueron: Baja California, Baja California Sur, Nayarit, Veracruz y Yucatán. Por lo que si el aumento salarial que recibiste fue mayor al 4.21%, en estricto sentido, puedes estar tranquilo, puesto que no perdiste poder adquisitivo y en tanto mayor sea el diferencial entre este número y tu aumento, tu economía se verá más beneficiada, aunque no fuera lo que tu esperabas.
En contraste, si tu aumento fue menor, de nada sirve reclamar, refunfuñar y muchos menos maldecir que el traro a otros colaboradores es mejor y que no te quieren no es la única razón por la que quizá recibiste menos, hay que recordar que de una u otra forma, si tu no salvas tu realidad paso a paso, no vas a salvarte nunca.
Y por último está aquel grupo de la población que no fue merecedor a un aumento y que eso puede ser un indicador, necesario más no suficiente, de que su posición dentro de la empresa comienza a ser poco estable, a esas personas les diría, sin que esto sea algo trivial, aprovecha el momento y empieza a buscar otra realidad para emprender el vuelo; sin embargo, es muy importante sopesar que tan preparado estás para ese paso, puesto que todos tenemos gastos y estos no disminuyen con el tiempo, sino que se consolidan y parece que hasta se enquistan en uno de tal forma que no nos dejan y por el contrario se multiplican como virus.
¿Tú con quién te identificas?
* José Miguel Palacio. Académico de la Facultad de Empresariales de la Universidad Panamericana (UP).
Especialista en Derecho Corporativo por el EPED, Licenciado en Contaduría Pública, con estudios en Economía y en Maestría en Administración de Empresas (MBA) en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).
Cuenta con experiencia profesional de más de 25 años desempeñado diferentes cargos en la administración pública y en el sector privado a nivel directivo: Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros (BANSEFI), Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), Servicio de Administración Tributaria (SAT) y PROCESAR.
Ha publicado a nivel nacional, diversos artículos sobre finanzas en revistas especializadas en el sector agroindustrial y en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).
Actualmente es Profesor de Asignatura de Derivados Financieros de la Facultad de Empresariales de la Universidad Panamericana campus Mixcoac.
Temas de expertise: Inversiones, presupuestos, planificación patrimonial, hipotecas, banca, impuestos, productos derivados, finanzas personales, microeconomía y macroeconomía.