
En Guerrero, autoridades federales y estatales recuperaron un vehículo robado que fue modificado para aparentar ser una unidad oficial del Ejército Mexicano. Sin embargo, se presume que se le daba un uso ilícito.
El vehículo fue localizado en Acapulco en la tarde del 19 de marzo. Elementos de seguridad realizaban recorridos terrestres en la localidad de Lago Dorado, zona Poniente, cuando observaron una camioneta en supuesto estado de abandono.
De acuerdo con los reportes, se trataba de una camioneta pick up que estaba en una brecha de terracería. Tras un cruce de información, las autoridades tuvieron conocimiento de que la unidad contaba con reporte de robo.
“Al momento de ser inspeccionado e ingresado a la base de datos de las autoridades, arrojó que contaba con reporte activo de robo, por lo que se procedió a su aseguramiento”, detalló la Fiscalía General del Estado (FGE).

En las imágenes difundidas se aprecia que la camioneta fue modificada con pintura verde y pixelada, similar al camuflaje para selva y desierto usado por la Secretaría de la Defensa Nacional (Defensa).
Asimismo, en uno de sus laterales tenía inscrita la leyenda “Ejército Mexicano” con letras de color blanco. Fue así como la FGE determinó que dicho vehículo fue clonado para simular que pertenecía a una institución de seguridad federal. A pesar de estar abandonado, no se observan daños como impactos de bala.
Al momento de su aseguramiento, las autoridades procedieron a revisar su interior y encontraron 13 plantillas de “papel cascarón” empleadas para modificar la unidad.
En estos actos participaron elementos del Ejército, la Guardia Nacional (GN), la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Guerrero y la Fiscalía estatal.

El parque vehicular de la Defensa registrado entre los años 2013 y 2018 estuvo compuesto de más e 30 unidades. Entre ellas se encuentra la camioneta pick up 4x4 doble cabina, de la marca Dodge Ram.
En ocasiones, los grupos criminales clonan vehículo oficiales de las Fuerzas Armadas o de las Instituciones de Seguridad Pública para llevar a cabo sus actividades ilícitas.
Se trata de una práctica recurrente en la que los miembros delictivos se hacen pasar por personal de seguridad de los tres niveles de Gobierno para delinquir. Además de los vehículos, se ha detectado que también se clonan los uniformes y demás insignias de las corporaciones de seguridad.