
Durante la temporada de calor, las hemorragias nasales, conocidas médicamente como epistaxis, se convierten en un problema frecuente debido a factores como la deshidratación, el aire seco y la exposición prolongada al sol.
Estas condiciones pueden debilitar las membranas nasales y los vasos sanguíneos, lo que aumenta el riesgo de sangrado.
Alimentos clave para prevenir las hemorragias nasales

De acuerdo con diversos estudios, incluir ciertos alimentos en la dieta puede ser una estrategia efectiva para reducir el riesgo de epistaxis, ya que estos contribuyen a fortalecer los vasos sanguíneos, mantener la hidratación y mejorar la circulación. Entre los más recomendados se encuentran:
- Cítricos ricos en vitamina C: Frutas como naranjas, limones, toronjas y mandarinas son esenciales para la salud de los vasos sanguíneos. La vitamina C fortalece las paredes capilares, mientras disminuye la probabilidad de que se rompan. Además, favorece la cicatrización de las membranas nasales en caso de pequeñas lesiones.
- Pepinos con alto contenido de agua: Con más del 90% de agua en su composición, los pepinos son ideales para mantener las membranas nasales hidratadas. Esto es crucial para evitar la sequedad, una de las principales causas de hemorragias nasales durante el clima cálido.
- Almendras ricas en vitamina E: Este antioxidante protege las células y los vasos sanguíneos, lo que ayuda a reducir la inflamación y mejora la circulación. También ayuda a mantener las membranas nasales saludables y previene su resequedad.
Estos alimentos, combinados con una hidratación adecuada, son fundamentales para prevenir la epistaxis, especialmente en épocas de calor extremo.

Factores que aumentan el riesgo de epistaxis en climas cálidos
El calor intenso y las condiciones asociadas a esta temporada pueden tener un impacto significativo en las membranas nasales. Las principales causas de hemorragias nasales en esta época incluyen:
- Deshidratación: La pérdida de agua por sudoración excesiva puede resecar las membranas nasales, haciéndolas más vulnerables al sangrado.
- Aire seco: El uso de aire acondicionado o la exposición prolongada al sol reduce la humedad del aire, lo que afecta directamente la hidratación de las fosas nasales.
- Exposición al sol: Las altas temperaturas y la radiación solar pueden debilitar los capilares nasales, especialmente en personas con vasos sanguíneos frágiles.
- Alergias estacionales: Durante el calor, las alergias pueden intensificarse, causando congestión e irritación nasal, lo que incrementa el riesgo de hemorragias.
Estos factores hacen que las hemorragias nasales sean más comunes en esta época, especialmente en personas con predisposición a problemas nasales o condiciones médicas que afectan la coagulación.

¿Cómo se debe actuar ante el sangrado nasal?
Existe una serie de pasos esenciales para manejar una hemorragia nasal de manera segura y efectiva. Estas medidas incluyen:
- Mantener la calma: Es fundamental evitar el estrés, ya que este puede elevar la presión arterial y dificultar el control del sangrado.
- Inclinar la cabeza hacia adelante: Esto evita que la sangre fluya hacia la garganta, lo que podría causar náuseas o vómitos.
- Presionar las fosas nasales: Con el pulgar y el índice, se deben apretar ambas fosas nasales durante cinco a 10 minutos para comprimir los vasos sanguíneos y detener el sangrado.
- Aplicar frío: Colocar una compresa fría o un paño húmedo en la parte posterior del cuello o sobre la nariz ayuda a contraer los vasos sanguíneos.
- Evitar sonarse la nariz: Una vez que el sangrado se detiene, es importante no sonarse durante al menos 24 horas para prevenir una nueva hemorragia.
- Humedecer el ambiente: En caso de que el aire sea muy seco, el uso de un humidificador puede ser útil para mantener las fosas nasales hidratadas.
Estas medidas suelen ser suficientes para controlar la mayoría de las hemorragias nasales. Sin embargo, en algunos casos, es necesario buscar atención médica.

¿Cuándo acudir por atención médica?
Aunque la mayoría de las hemorragias nasales son leves y se resuelven con medidas caseras, hay situaciones en las que se debe buscar ayuda médica de inmediato:
- Si el sangrado persiste después de 20 minutos de aplicar presión.
- Si la hemorragia es muy abundante o difícil de controlar.
- Si hay dificultad para respirar o signos de shock, como palidez extrema, sudoración excesiva o mareos.
- Si la persona tiene antecedentes de trastornos de coagulación o está tomando medicamentos anticoagulantes.
- Si la hemorragia es consecuencia de un golpe fuerte o un traumatismo en la cabeza.
En estos casos, la intervención médica es crucial para evitar complicaciones graves.

Recomendaciones adicionales para prevenir la epistaxis
Además de los alimentos mencionados, existen otras medidas preventivas para reducir el riesgo de hemorragias nasales durante la temporada de calor:
- Mantener una hidratación adecuada: Beber suficiente agua diariamente es esencial para evitar la sequedad de las membranas nasales.
- Usar humidificadores: Estos dispositivos ayudan a mantener la humedad en el aire, especialmente en ambientes con aire acondicionado.
- Aplicar solución salina: Los sprays nasales de solución salina o ungüentos específicos pueden mantener las fosas nasales hidratadas.
- Protegerse del sol: Limitar la exposición al sol durante las horas más calurosas y usar sombreros o protector solar puede prevenir la deshidratación y el daño a los capilares nasales.
- Consumir alimentos ricos en nutrientes: Además de los cítricos, pepinos y almendras, se recomienda incluir alimentos con vitamina K y ácidos grasos omega-3 para fortalecer los vasos sanguíneos.

Estas medidas, combinadas con una dieta equilibrada y un ambiente adecuado, son clave para prevenir la epistaxis en climas cálidos.