
Valentina Gilabert ha decidido romper el silencio tras el presunto ataque de Marianne “N” y concedió su primera entrevista a los medios de comunicación. La joven modelo confesó a N+ varios detalles de lo que vivió aquella noche.
Además de explicar cómo fue el ataque de la influencer y pedir justicia para que su agresora permanezca muchos años en la cárcel, confesó que luego de las agresiones con el cuchillo ella pensó que todo era una pesadilla.
“Al principio pensé que era un sueño, no pensé que fuera real. Mi cerebro no lograba procesar lo que estaba pasando”.
Además, reveló lo que pasó por su cabeza y lo que experimentó físicamente cuando viajaba en la ambulancia rumbo al hospital.
El terrible testimonio de Valentina Gilabert de cuando estuvo a punto de morir
Cuando Valentina fue subida a la ambulancia y viajaba directo al hospital (donde de inmediato fue sedada y entubada), pasaron muchas cosas en su cabeza y también experimentó a nivel físico cómo estaba perdiendo la vida.
“En la ambulancia le decía a los paradémicos que no sentía mi cuerpo, me estaba muriendo”.
Además, explicó que lo peor de todo fue la sensación de quedarse sin aire:
“Tenía tres fugas en mis vías respiratorias, tenía una el la tráquea y dos en los pulmones. No podía hablar, no podía respirar. Es algo muy difícil de explicar porque, ¿cómo le explicas a alguien que se te está saliendo el aire de los pulmones? Es algo complicado".
Finalmente, explicó que todo el tiempo se obligó a sí misma a mantenerse despierta, por miedo a morir.
“Sí, estuve conciente, fue horrible pero en mi cabeza siempre estuve recodándome a mí misma que no podía quedarme dormida”.
Cabe mencionar, que uno de los mayores temores de Valentina Gilabert es que su agresora, Marianne “N” salga pronto de prisión.
¿Cuánto tiempo Marianne “N” podría estar privada de su libertad?

En México, los menores de edad que cometen delitos son sometidos a un sistema de justicia especializado, basado en la Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia Penal para Adolescentes. Esta ley establece que los adolescentes de entre 14 y 17 años que incurrieron en un delito grave pueden ser privados de su libertad, pero con restricciones específicas en cuanto a la duración de la medida.
Un adolescente de 17 años puede recibir una sanción máxima de cinco años de internamiento si el delito cometido es considerado grave, como homicidio doloso, secuestro o delitos relacionados con la delincuencia organizada. Para delitos menos graves, las sanciones suelen ser menores y prefieren alternativas como libertad asistida o resguardo en su comunidad.
El objetivo de este sistema no es el castigo, sino la reintegración social y el desarrollo personal del menor, asegurándose de que se respeten sus derechos fundamentales. Además, durante su internamiento, los adolescentes suelen participar en programas educativos, psicológicos y laborales diseñados para su rehabilitación.
Es importante señalar que, una vez que un adolescente alcanza la mayoría de edad (18 años), puede continuar cumpliendo su sanción en el sistema especializado para jóvenes, no en cárceles para adultos.