Al conmemorar el 87 aniversario de la expropiación petrolera, este 18 de marzo la presidenta Claudia Sheinbaum, promulgó un conjunto de leyes que buscan devolver la preponderancia a las empresas estatales Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), esto con el objetivo de asegurar la soberanía energética.
Estas reformas legales representan la culminación de un proceso iniciado en 2024 con la reforma constitucional impulsada por el expresidente Andrés Manuel López Obrador, que redefinió a estas entidades como “empresas públicas” en lugar de “productivas”.
Las nuevas normativas incluyen las leyes de la Empresa Pública del Estado de CFE y Pemex, así como las leyes del Sector Eléctrico, del Sector Hidrocarburos, de Planeación y Transición Energética, de Biocombustibles, de Geotermia y de la Comisión Nacional de Energía.
Estas disposiciones, según Sheinbaum, recuperan la “esencia” de la expropiación petrolera de 1938, al otorgar a Pemex y CFE un papel central en la producción de petróleo, refinación y generación de electricidad, alejándolas de la competencia directa con empresas privadas.
En un evento realizado en la Torre de Petróleos, en la Ciudad de México, Sheinbaum destacó que estas reformas representan una “reversión” de la reforma energética de 2013, implementada durante el gobierno del ex presidente Enrique Peña Nieto, que abrió el sector energético a la inversión privada y extranjera.
“Es la recuperación de Pemex y la Comisión Federal de Electricidad como empresas del pueblo de México”, afirmó la presidenta, quien también subrayó que estas medidas buscan garantizar la “soberanía energética” del país.
El gobierno de Sheinbaum realiza cambios estructurales en Pemex
Entre las novedades de las reformas promulgadas, se encuentra el reconocimiento de la “justicia energética”, un concepto que, según Sheinbaum, busca garantizar el acceso equitativo a los recursos energéticos para todos los mexicanos.
Además, las leyes eliminan las empresas subsidiarias de Pemex, con el objetivo de consolidar una “integración vertical” de la petrolera, lo que implica un control más centralizado de sus operaciones.
Estas medidas llegan en un contexto financiero complicado para Pemex, que en 2024 reportó pérdidas por 620 mil 605 millones de pesos, en contraste con las ganancias de 8 mil 152 millones de pesos registradas en 2023.
Según datos oficiales, la deuda financiera total de la empresa aumentó un 8.6 % en términos anuales, alcanzando los 92 mil 482 millones de dólares.
A pesar de estas cifras, el director general de Pemex, Víctor Rodríguez, defendió la estrategia de la compañía y destacó una inversión de casi 1.85 billones de pesos mexicanos destinada a exploración, producción, fertilizantes y petroquímica durante el sexenio de Sheinbaum.
“Con orgullo y responsabilidad, podemos afirmar que Pemex está en el camino correcto, consolidando un futuro de soberanía y bienestar para el pueblo de México”, aseguró Rodríguez.
La expropiación petrolera de 1938, liderada por el entonces presidente Lázaro Cárdenas, marcó un hito en la historia de México al nacionalizar los recursos petroleros y establecer a Pemex como la principal empresa estatal del sector.
Según Sheinbaum, las nuevas leyes buscan recuperar esa visión original, otorgando a las empresas estatales un papel predominante en el desarrollo energético del país.
La presidenta también destacó los avances logrados durante la administración de López Obrador, quien incrementó la producción petrolera a 1.8 millones de barriles diarios, un logro que, según ella, sienta las bases para alcanzar la soberanía energética.
“Mexicanos y mexicanas, trabajadoras y trabajadores petroleros, amigos y amigas, aquí estamos, por voluntad del pueblo de México y la nación, recuperando soberanía y dignidad, esperanza y porvenir”, expresó Sheinbaum durante su discurso.
