
Un incidente ocurrido en la Línea 12 del Metro de la Ciudad de México ha generado preocupación entre los usuarios de este sistema de transporte, pues un joven habría sido inyectado con una sustancia que le produjo sueño.
Según un testimonio compartido en redes sociales por un usuario identificado como José Dean, el hecho tuvo lugar alrededor de las 12:30 p.m. en la estación Olivos, donde un hombre habría actuado de manera sospechosa, lo que derivó en una serie de eventos que dejaron al denunciante con síntomas de mareo y un aparente piquete en el brazo.
De acuerdo con la publicación, todo comenzó cuando se encontraba sentado junto a una estudiante de secundaria que parecía estar preocupada. La adolescente, quien aparentemente regresaba de la escuela, le preguntó si faltaba mucho para llegar a la estación Periférico Oriente, a lo que él respondió que aún quedaban dos estaciones. Poco después, la menor descendió del vagón y el usuario decidió ocupar el asiento que ella había dejado vacío, el cual estaba junto a la puerta.
Fue en ese momento cuando un hombre, que previamente estaba sentado en otro lugar del vagón, se acercó rápidamente y le tomó del brazo izquierdo de manera invasiva.

Según el relato, el sujeto le pidió que no se sentara en el asiento porque había un dulce en él. Aunque inicialmente el joven se levantó para revisar si había algo en el asiento, el hombre continuó sujetándolo del brazo de manera insistente. Finalmente, el usuario decidió sentarse nuevamente, mientras el individuo se alejaba y cambiaba de lugar.
Minutos después de este encuentro, el pasajero comenzó a sentirse inusualmente cansado, con mareos y una fuerte somnolencia.
“Después de eso a mi me empezó a dar mucho sueño y me empecé a sentir extremadamente mareado, entré en pánico”, escribió.
Ante el temor de que algo grave pudiera estar ocurriendo, optó por enviar su ubicación en tiempo real a su madre, su novio y una amiga cercana junto con una fotografía del hombre que lo había sujetado. Según el testimonio, el sospechoso descendió del tren en la estación Ermita, también perteneciente a la Línea 12.

El usuario decidió bajarse entre estaciones para dirigirse a su trabajo, donde sus compañeros notaron un pequeño piquete en su brazo.
Aunque en el momento del contacto físico no sintió nada extraño, posteriormente comenzó a asociar los síntomas con el posible pinchazo.
“Solo lo comparto esperando a que tomen precauciones y tengan cuidado amigos. Afortunadamente no me pasó nada y estoy bien”, escribió.
En su publicación, el chico expresó su preocupación y reconoció que no debió permitir que el hombre lo tocara, pero compartió su experiencia con el objetivo de alertar a otros usuarios del Metro sobre este tipo de situaciones.
Cabe señalar que después de la denuncia pública, el autor de la publicación explicó que había sido víctima de ataques homofóbicos y revictimización por contar lo sucedido, todo esto a través de redes sociales.